El director de programas de la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) ha explicado en Herrera en COPE que entre los signos del acoso escolar se encuentra el retraimiento social, el cambio de hábitos o la manifestación del miedo a ir al colegio. Añade que «además hay una tendencia a que esto sea somatizado en dolores de cabeza o de tripa».

El director de programas de la Fundación ANAR insiste en que «todo chico o chica que haya sufrido acoso escolar debe ser evaluado por un experto en la materia porque hay que tratar de ver cuáles son las consecuencias y secuelas». Apunta que «tiene que haber un tratamiento específico para poder combatirlo» y destaca que hay que incidir en la formación para saber cómo actuar en cada momento.

Benjamín Ballesteros señala la importancia de acudir al colegio por parte de los padres y pedir opiniones sobre el centro en el caso de que se puedan observar estos cambios. Señala que la fundación ANAR lleva una veintena de años luchando contra el acoso escolar y «siempre hay una psicóloga experta para escuchar y tratar el problema» e indica que «aunque en un principio no reconocen que son víctimas de acoso al final terminan manifestándolo».

Ballesteros señala que las agresiones más violentas suceden a edades más tempranas porque «en ese momento no han desarrollado habilidades sociales para otro tipo de entendimiento y optan por la violencia directa» e indica que en la generalidad «son los chicos los que tienden más a agredir que las chicas».