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Miércoles, 09 diciembre 2015 12:52

Carta a los niños del obispo de Coria-Cáceres: "Por amor, los misioneros se van a otros lugares"

El obispo de Coria-Cáceres, Mons. Francisco Cerro Chaves, escribe a los niños de su diócesis con motivo de la Navidad en la que les recuerda que debemos dar las gracias por todo lo que tenemos todos los días y especialmente en estos días navideños. Precisamente “gracias” es el lema de la Jornada de Infancia Misionera del próximo mes de enero.

“Cuando yo era pequeñito, me encantaba que me contaran historias. Entre todas, hubo una que se grabó en mi corazón para siempre. Fue la historia de la vida de Jesús. Me la contaron mis padres, los catequistas y los maestros. Cada uno ponía un acento especial en la narración. Me la contaron siempre emocionados...

Me impresionaba todo lo que le sucedió: el viaje de sus padres a Belén, la falta de compasión de sus habitantes al negarle una posada, su nacimiento en un portal junto a unos animales, en el más completo desamparo... Después la persecución de Herodes y la emigración a Egipto, ¡vaya problemazos!

Yo les hacía muchas preguntas: ‘¿por qué siendo Dios le podían suceder cosas tan horribles?’. Ellos me decían que todo eso sucedía por el amor que Dios nos tiene. A mí me resultaba muy difícil entenderlo. Después, siendo mayor, he comprendido que por amor se hacen cosas maravillosas.

Por amor, mis padres se sacrifican por mí.

Por amor, muchos jóvenes se hacen sacerdotes y religiosos.

Por amor, los misioneros se van a otros lugares y dedican todas sus energías a promocionar el desarrollo de los pobres y anunciarles la bella historia de Jesús. Por cierto, muchas de esas obras las pueden realizar gracias a vuestra Hucha del Compartir.
Yo también elegí ser sacerdote porque descubrí que debía hacer algo grande por Jesús. Era un modo sencillo de decirle GRACIAS.

La Navidad es un tiempo especial para dar GRACIAS a Jesús, porque recordamos que con él comienza una historia que llena de Luz y Alegría nuestra vida.

En Navidad nuestras mesas se llenan de manjares, pero debemos recordar que Jesús nació y vivió pobre.

Millones de niños viven en hogares donde las mesas están vacías. Por eso debemos dar GRACIAS todos los días por todo lo que tenemos.

Cerca de mi casa tengo médico y medicinas. Muchos no lo tienen. También por eso debemos dar GRACIAS.

Para ir al colegio o a la parroquia tardamos pocos minutos. Muchos no tienen tiempo ni escuela; otros, si los tienen, deben recorrer muchos kilómetros. Debemos dar GRACIAS por el bien que recibimos.

¿Por qué tuve la suerte de nacer aquí? Es un misterio, pero GRACIAS a Dios mi vida es un regalo.

Y ahora os lanzo las preguntas que espero me respondáis: ¿Por qué das tú GRACIAS a Jesús? ¿Qué puedes hacer para conseguir que otros niños sean felices?

Feliz Navidad para ti y tu familia. Tu amigo”.