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Martes, 29 diciembre 2015 09:18

Decenas de miles de jóvenes llenan las carpas gigantes y los principales templos de Valencia en la primera oración del Encuentro Europeo de Taizé

Decenas de miles de jóvenes abarrotaron ayer por la noche las dos carpas gigantes instaladas en el viejo cauce del río Turia, la Catedral y los templos principales de la capital valenciana durante la primera jornada del Encuentro Europeo de Taizé.

El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, acompañado de su obispo auxiliar, monseñor Esteban Escudero, participaron en la oración en la Catedral de Valencia, junto con monjes de la comunidad ecuménica de Taizé, y cerca de cuatro mil personas sentadas en el suelo, al haber sido retirados los bancos de la Seo.

De igual manera, el prior de la comunidad ecuménica de Taizé, el hermano Alois, intervino en la vigilia en la carpa B, situada frente al puente de Serranos, y agradeció, dirigiéndose en valenciano a las familias y parroquias de la archidiócesis de Valencia, la “calurosa bienvenida de vuestros corazones”.

En su mensaje el hermano Alois relató su viaje de estas navidades a Beirut y a la ciudad siria de Homs, donde, según señaló, “cada uno de los que conocí, me decía 'Rece por nosotros´”. También evocó cómo en la catedral greco católica de Homs, en ruinas, los feligreses han celebrado la fiesta de Navidad, “donde el mensaje de paz de la Palabra de Dios era sentido tan intensamente”.

“En Navidad recordamos que Jesucristo vino como testigo de la infinita misericordia de Dios y le pedimos que nos muestre qué podemos hacer ante estos conflictos, cómo podemos contribuir sin demora para hacer posible que su paz brille”. A este respecto, aseguró que “la paz del mundo empieza en el corazón”. Y para transformar los corazones y hacer mujeres y hombres de paz, “necesitamos el coraje de la palabra de Dios, el coraje de su misericordia”.