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Lunes, 14 diciembre 2015 12:07

El Cardenal Cañizares abre la Puerta de la Misericordia en la catedral de Valencia y llama también a “abrir de par en par y sin miedo nuestras puertas a Dios”

La archidiócesis de Valencia ha celebrado ayer domingo el comienzo del Año del Jubileo Extraordinario de la Misericordia con una misa presidida por el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, en la Catedral de Valencia, ante cerca de tres mil personas que han abarrotado el templo.

El purpurado, que ha abierto previamente la Puerta de los Hierros de la Catedral, decorada con palmas, como Puerta de la Misericordia, ha animado también en su homilía a “abrir de par en par y sin miedo nuestras puertas a Dios”, y a ser testigos de su misericordia y esperanza.

De igual modo, ha exhortado a los fieles a “ser sensibles a todo lo humano, con capacidad de escucha, cercanos a los hombres y a sus sufrimientos, sin esperar nada a cambio”, y a “ser anunciadores de la Buena Noticia y evangelizadores de las gentes”.

Además, ha advertido de la necesidad, “urgente y apremiante”, de “mirar a Dios y ponerlo en el centro de nuestra vida” porque “si hoy existe un problema de moralidad, de recomposición moral en la sociedad, es porque deriva de la ausencia de Dios en nuestro pensamiento y en nuestra vida y de la ausencia de fe en la vida eterna”.

De igual forma, el titular de la archidiócesis valentina ha resaltado la importancia de que “llenemos este mundo de la alegría característica del cristiano”, con “obras concretas de caridad como compartir con el hermano la comida y el vestido”.

Asimismo, este Año “abre sus puertas a una gran esperanza que tenemos delante y nos colma de alegría y de gozo”, según el Cardenal que ha añadido que “necesitamos para vivir tener la esperanza que día a día nos mantenga en el camino y esta esperanza, sólo, sólo, puede ser Dios”.

Apertura de la Puerta Santa, en la Seo

En la misa han concelebrado con el cardenal Cañizares, su obispo auxiliar, monseñor Esteban Escudero; el arzobispo emérito de Mérida-Badajoz, monseñor Santiago García-Aracil, y el obispo emérito de Mondoñedo-Ferrol, monseñor José Gea Escolano, así como más de cien sacerdotes, entre ellos los miembros del Consejo Episcopal de la diócesis y el Cabildo de la Catedral.

Todos ellos han llegado a la Catedral en procesión desde la iglesia de San Esteban y por la plaza de la Virgen. Al pasar ante la Basílica de la Virgen de los Desamparados, la procesión, en la que han participado también los seminaristas de los Seminarios Mayor y Menor, se ha detenido y todos los participantes se han girado hacia el templo en señal de respeto y veneración hacia la patrona de Valencia.

Finalmente, la procesión ha llegado por la calle del Miguelete a la puerta de los Hierros, Puerta Santa del Año de la Misericordia, que el Cardenal ha empujado para abrirla. “Esta es la puerta del Señor, por ella entraremos para tener misericordia y perdón”, ha señalado el purpurado cuando ha terminado de abrirla en medio de la ovación de los participantes.

Templos jubilares

Antes de concluir la misa ha tenido lugar la proclamación de los ocho templos jubilares del Año de la Misericordia, la Catedral, la de Basílica de la Virgen en Valencia; las Colegiatas de la Asunción de Nuestra Señora, en Xàtiva y en Gandia; la Basílica de San Jaime Apóstol, de Algemesí; el Santuario de Nuestra Señora de la Encarnación, de Cullera; la parroquia de la Resurrección del Señor de Valencia y el Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles, de El Puig. El Cardenal ha entregado un leccionario nuevo al párroco o representante de cada uno de estos templos.