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Lunes, 03 octubre 2016 13:25

El obispo de Ourense y el DOMUND: ¡Una Iglesia en salida, Iglesia misionera!

Con motivo de la celebración de la Jornada del DOMUND, el próximo 23 de octubre, el obispo de Ourense, monseñor José Leonardo Lemos Montanet, escribe la siguiente carta a sus fieles diocesanos:

«Este año el lema de la Jornada Mundial de las Misiones, DOMUND, es: Sal de tu tierra. Tiene fuertes resonancias bíblicas y, de inmediato, nos recuerda aquella palabra que el Señor dirigió a Abraham cuando le llamó para convertirlo en padre de muchos pueblos. Aunque la expresión que recoge este lema la encontramos, literalmente, en la valiente predicación del diácono Esteban delante de los sacerdotes y doctores de la ley: Sal de tu tierra y de tu parentela y vete a la tierra que yo te muestre.

Estas palabras adquieren una fuerza especial en toda vocación misionera, aunque yo me atrevería a decir que deben encontrar un eco especial en todo bautizado, porque de ahí arranca nuestra llamada a la misión. El papa Francisco, al ofrecernos este lema, lo hace en sintonía con todas sus enseñanzas, de manera especial en aquellas que brotan de la Evangelii gaudium. Es ahí donde nos invita a ser discípulos misioneros, porque cada cristiano, necesariamente, tiene que ser un agente evangelizador de su entorno y, como me gusta repetir, allende nuestras fronteras. De hecho no nos podemos olvidar de que el cristiano se convierte en misionero en la medida en que se encuentra con Jesucristo. Este hecho no se entiende como algo puntual en nuestra biografía personal, sino que es una experiencia que debemos tener cotidianamente, ¡encontrarnos con Jesucristo!

Algunos piensan que el cristianismo es como un adorno que se quita o se pone de acuerdo con las conveniencias del momento. No, el cristianismo es un encuentro existencial y, por consiguiente, algo vivo, que marca nuestro ser y obrar. Por eso se nos recuerda en forma imperativa: Sal de tu tierra, es decir, ¡ponte en camino! Vive tu cristianismo dentro de una comunidad, en salida, y así siempre serás misionero.

La Delegación Episcopal de Misiones se convierte constantemente en un ‘despertador’ para sacudirnos de nuestros olvidos y también de las perezas paralizantes.

Lo ha hecho en este curso pasado ayudándonos a movilizarnos a favor de la Misión diocesana de Jipijapa en Ecuador, y estoy seguro de que no cejará en su empeño. Constantemente nos está ayudando a salir de nosotros mismos y a entregarnos más, de tal modo que así podamos crecer como auténticos evangelizadores. Convirtamos este lema en un punto de lucha personal y estad seguros que la alegría del Evangelio, que sienten siempre los misioneros, también se hará realidad en nuestra vida. Eso pido para mí y lo deseo para vosotros».