Desde el día 8, en que se abriera en Sevilla la exposición “el DOMUND al descubierto”, las misiones han sido uno de los focos de atención de la capital andaluza. Ayer, a las 8 de la tarde, un nuevo acto ha venido a enriquecer esta semana de presentaciones, mesas redondas y contacto cercano con los misioneros. El periodista de la Cadena COPE, Ángel Expósito, pronunciaba el pregón del DOMUND junto al altar mayor de la Catedral de Sevilla.

El director nacional de las Obras Misionales Pontificias, Anastasio Gil, abría el acto y agradecía a la Iglesia en Sevilla la magnífica acogida que ha dispensado a un DOMUND que ha querido salir a las calles. Ha sido la periodista y portavoz de la diócesis de Málaga, Ana Medina, quien presentaba al pregonero. En su intervención, afirmaba que “Ángel Expósito es el que hoy pregona, pero es a los pobres a los que vamos a oír”.

El pregonero ha comenzado su alocución elogiando a los misioneros, “los mejores, a los que cada día se les quiere un poco más”. Ha recordado algunos momentos vividos recientemente junto a ellos en lugares como Malí. Se ha preguntado “si a los misioneros que llegan a España no se les caerá el alma a los pies”. Por eso, ellos, los misioneros, “tienen que enseñarnos cómo está el mundo de verdad”, ya que “cada uno trae consigo un montón de buenas noticias”. Y añadía: “En su caso no es correcto el lema periodístico norteamericano de ‘no news, good news’”.

Expósito ha señalado que la crisis de valores con mayúsculas que atraviesa España no es sólo cosa de los políticos, sino nuestra, como ciudadanos del mundo. Por más que en ámbitos mediáticos y sociales se propaguen unos referentes “de quinta categoría”, no tiene sentido que les concedamos importancia, “teniendo tan cerca a los misioneros”.

Los misioneros y misioneras “son los mejores corresponsales de mundo” y “los mayores expertos del planeta en la lucha contra el racismo y la xenofobia”. La última referencia de Ángel Expósito a los protagonistas de la jornada del DOMUND ha sido la sonrisa, “una sonrisa que se convierte en el denominador de todos los misioneros, porque son felices y además la contagian”.

El Arzobispo de Sevilla, Mons. Juan José Asenjo, ha agradecido que Ángel Expósito “haya compartido sus convicciones más profundas sin rubor ni complejos”, y ha afirmado que “el anuncio del Evangelio es fermento de libertad”. El acto ha estado amenizado por el conocido coro del Colegio sevillano Entreolivos.