El próximo domingo 23 de julio se celebra en la diócesis de Burgos el Día del Misionero Burgalés. Una celebración que pone en primer plano a los misioneros de esta diócesis, sacerdotes, religiosos y laicos «que han nacido a la fe en nuestras comunidades parroquiales, han alimentado esa fe en las catequesis, en las escuelas, en los grupos apostólicos, en las pastorales, en las familias cristianas; la han celebrado en la liturgia y han sido enviados a anunciarla y compartirla en otras comunidades eclesiales fuera de España», manifiestan desde la delegación de misiones de Burgos, organizadora de esta jornada misionera.

Además de los misioneros, esta celebración también se dirige a los familiares, «queremos que este día represente un gesto de gratitud. Ellas, las familias, han ofrecido uno o varios de sus hijos o hermanos, o tíos, para esta tarea de evangelización», añaden.

Bajo el lema Ellos nos invitan a salir, este próximo domingo se celebrará esta fiesta de gratitud en la histórica villa de Sasamón. «Para nuestra diócesis es un motivo de gozo y alegría poder encontrarnos con los familiares de los 730 misioneros que, habiendo nacido en nuestra tierra, anuncian la Buena Nueva en más de 60 países», dice el arzobispo de esta diócesis, monseñor Fidel Herráez.

Esta celebración dará comienzo en Sasamón a las 12:00 del mediodía con la acogida y bienvenida de las autoridades, misioneros, familias y amigos de las misiones. A continuación se celebrará una Eucaristía presidida por el arzobispo de la diócesis de Burgos. Le seguirá una comida compartida y la oración de despedida.

Desde la delegación de misiones invitan, un años más, a todos los burgaleses  a «compartir este bonito día para dar gracias por nuestros misioneros».