Este pasado domingo, Ana Calders, misionera laica de OCASHA-Cristianos con el Sur, ha recibido el homenaje de su diócesis de Tortosa. En un acto entrañable presidido por el obispo de la diócesis, monseñor Enrique Benavent, se ha reconocido la labor de esta mujer incansable. Un acto que ha estado organizado por todas las entidades con las que Ana ha colaborado a lo largo de su vida: OCASHA-CCS, Cáritas, Manos Unidas, la delegación de Misiones y las parroquias de Benicarló.
Como explicaba Antonio Polo Moya, miembro de OCASHA, «hablar del compromiso ‘ad gentes’ de Ana en la República Dominicana -Santo Domingo, El Cercado y Duvergé- a lo largo de doce años es sólo un dato objetivo de toda una vida ‘dada’ en favor de los más débiles, de los preferidos del Señor».
Como señalan quienes la han conocido, Ana Calders estaba convencida del Magisterio del Vaticano II y ha sido un modelo de laica comprometida en todos los ámbitos que el Concilio les otorgara. «Gracias, Ana. Ella, desde OCASHA, nos abrió a unos cuantos en la diócesis de Tortosa el camino del compromiso misionero», señalan desde todos los ámbitos en los que ha colaborado esta gran misionera.