Representantes de las Comunidades del Cenáculo, «fraternidades de chicos que han caído en todo tipo de adicciones e ídolos de este mundo y que tratan de recuperar, a través de la oración, la vida evangélica en fraternidad y el trabajo, a jóvenes con problemas de adicciones, familiares o psicológicos, entre otros», celebraron ayer, jueves, un encuentro en Valencia, en donde han iniciado las gestiones para establecer su primera fraternidad en la archidiócesis a propuesta del cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares.

Así, ayer, uno de los responsables de la Comunità Cenacolo, el sacerdote italiano padre Andrea Dellatorre, un consagrado y cinco jóvenes más procedentes de la fraternidad Nuestra Señora de la Misericordia del Cenáculo de Tarragona, así como un grupo de sacerdotes, colaboradores y familias, fueron recibidos en el Palacio Arzobispal por el cardenal, que presidió una misa para todos ellos, por la tarde, en la parroquia de San Juan de la Ribera de Valencia.

Tras el encuentro de la mañana con el arzobispo, los representantes de las Comunidades realizaron una visita a tres casas de acogida que la diócesis pone a disposición de la comunidad «para que dicho movimiento eclesial pueda ser una realidad», según ha indicado Álvaro Almenar, párroco de San Juan de la Ribera de Valencia.

La invitación del cardenal arzobispo de Valencia para que la archidiócesis cuente con una fraternidad de la Comunidad del Cenáculo tuvo lugar el pasado mes de julio cuando se reunió en Italia con familias valencianas participantes en un encuentro internacional de las Comunidades del Cenáculo.

En la actualidad, la diócesis de Valencia no dispone de ninguna fraternidad, aunque sí existen tres grupos de oración de padres del Cenáculo en tres parroquias, «que se reúnen cada mes para rezar por la presencia de esta realidad en nuestra archidiócesis y por los jóvenes y las familias en dificultad», según han indicado fuentes del Grupo de Padres del Cenáculo en Valencia. Además existen tres grupos de Oración María Reina de la Paz que también rezan por estas intenciones.

No obstante, «para poder abrir comunidad, se necesita, además, la colaboración de muchos voluntarios: amigos, jóvenes, familias, sacerdotes, y de todo aquél –consagrado, religioso o laico– que quiera colaborar en este proyecto de ayuda en red a jóvenes y familias en dificultad». «Todo aquel que quiera colaborar puede ponerse en contacto con Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.», según las mismas fuentes.