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Viernes, 21 abril 2017 13:46

Más de 150 jóvenes misioneros se reúnen hoy en El Escorial bajo el lema 'Una cosa te falta'

Hoy da comienzo en El Escorial, con la bienvenida de los participantes, el XIV Encuentro Misionero de Jóvenes que se desarrollará durante todo el fin de semana. Organizado por Obras Misionales Pontificias, reúne a más de 150 jóvenes procedentes de unas 30 ciudades españolas, incluidas algunas insulares como Mallorca, Menorca y Tenerife, provenientes de 40 instituciones distintas, entre parroquias, delegaciones de Misiones, instituciones religiosas y grupos misioneros.

En esta ocasión, y bajo el lema tomado del Evangelio de San Marcos, Una cosa te falta, algunos jóvenes compartirán sus experiencias en países de misión. Junto a ellos, el sacerdote misionero Dara O´Brien, y Javier López-Frías Ramos, campeón de esquí y joven misionero en Bolivia durante cuatro veranos.

Según explica el director de OMP, Anastasio Gil, «cada año se incrementa el número de diócesis y de asociaciones que ven en el encuentro una riqueza eclesial, que respeta el carisma propio de cada iniciativa favoreciendo la diversidad, fundamentada en la pasión por la misión».

Por su parte, Javier López-Frías Ramos, que ofrecerá su testimonio en este encuentro, manifiesta que ha descubierto que «la misión es un paso lógico de quien se ha sentido amado y perdonado por Dios, y no puede callarse este regalo que ha recibido». Estudiante de 5º de Arquitectura en la Universidad de Granada, a través de la Pastoral Universitaria, junto a la fundación misionera universitaria Ahoringa Vuelcapeta, ha estado cuatro veranos en Bolivia, y este volverá como responsable de un grupo de 15 universitarios. Este amante del deporte, que fue miembro de la selección nacional de Esquí Freestyle, en la modalidad de Baches, asegura que «la gente se sorprende cuando nos preguntan por lo que hacemos en Bolivia y respondemos ‘estar’. Sin embargo, es lo que nos ha pasado a nosotros, hemos hecho experiencia de la ternura de un Dios que siempre estaba ahí con nosotros, aunque no siempre lo veamos. De hecho, es esta la misión más urgente, la de acompañar al corazón del hombre, compartiendo la vida y la fe, y siendo instrumentos del ‘Yo estaré con vosotros, todos los días, hasta el fin del mundo’».

Junto a este joven, y entre otros testimonios de misioneros, estará el de Dara O'Brien, un sacerdote de la Fraternidad Misionera Verbum Dei, nacido en Dublín en 1967. Dotado para la música, la pintura y la escultura, estudió Medicina en su ciudad natal, e hizo durante esos años un voluntariado en Zambia. Después de un año de misión en San Francisco, Estados Unidos, en 1998, mientras trabajaba en la capellanía del Colegio de Cabintelly de Dublín, le fue diagnosticada esclerosis múltiple. En México, y mientras recibía tratamiento, continuó su misión como predicador de la Palabra de Dios. Como dice un compañero del Verbum Dei, «el carácter fuerte irlandés constituyó un desafío para aceptar progresivamente la dureza de su enfermedad, pero la victoria de Cristo en la Cruz, que él tanto había predicado a los jóvenes, ha ido haciendo mella en su mente y en su corazón para lograr vivir la serenidad con la que hoy nos comparte su fe desde la cruz de su silla de ruedas y desde las muchas limitaciones físicas que poco a poco se asemejan a las heridas del Resucitado».

El encuentro lo presentará mañana sábado el presidente de la Comisión Episcopal de Misiones y arzobispo de Pamplona, monseñor Francisco Pérez, junto al director de Obras Misionales Pontificias. Según ha manifestado monseñor Francisco Pérez, la experiencia misionera enseña a «salir de uno mismo», según la medida de Jesucristo y «aporta madurez humana en la entrega generosa sin buscar gratificaciones ni compensaciones».

En la última jornada del encuentro, el domingo 23 de abril, intervendrá el director del Departamento de Juventud de la Conferencia Episcopal Española, Raúl Tinajero, y pondrá su punto final la celebración de la Eucaristía presidida por el secretario general de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo.

El Consejo de jóvenes, se constituyó hace 15 años en la sede de las Obras Misionales Pontificias con el fin de «acompañar a los jóvenes en su compromiso de ser misioneros en su propio ambiente y de vivir la experiencia misionera en un país de misión durante sus vacaciones». De ahí ‒explica el director de OMP‒ «surgió la necesidad der crear un espacio donde estos jóvenes pudieran intercambiar sus experiencias misioneras y fortalecer su implicación en la misión».