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Jueves, 12 mayo 2016 11:10

Monseñor Barrio dice que la «actitud misericordiosa» es la prueba de autenticidad de «nuestra credibilidad como cristianos»

El próximo domingo día 15 de mayo la Iglesia celebra la solemnidad de Pentecostés y con ella el Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar. Con este motivo, el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, ha escrito una Carta Pastoral, con el título Los laicos, testigos de la misericordia, en la que asegura que «en una cultura donde se percibe el individualismo y el egoísmo como camino para salir adelante, la llamada a tener en cuenta a los otros parece que ofende y molesta». Monseñor Barrio indica que «la actitud misericordiosa más allá de todo sentimentalismo es la prueba de autenticidad de nuestra condición de discípulos de Cristo y de nuestra credibilidad como cristianos. Hemos de mostrarnos misericordiosos con todos pero especialmente con los más necesitados material y espiritualmente».

En la Carta Pastoral dirigida a los miembros de la Acción Católica y de las distintas asociaciones de Apostolado Seglar, el arzobispo monseñor Barrio les agradece su «quehacer en la pastoral diocesana« y les anima «a vivir con esperanza vuestro compromiso cristiano». Monseñor Barrio asegura que «las obras de misericordia son caminos que nos llevan a tomar conciencia de las necesidades de los demás desde las que Cristo nos llama y donde Él nos espera».

El arzobispo compostelano recuerda que «la misericordia es un lenguaje comprensible para todos los hombres en las distintas circunstancias de la existencia» y que «es visible y palpable en la ternura de los que cuidan a los más frágiles y necesitados, en el perdón mutuo y en el sacramento de la reconciliación». Además, explica monseñor Barrio que «es determinante para la Iglesia y para la credibilidad de su anuncio que ella viva y testimonie en primera persona la misericordia. Su lenguaje y sus gestos deben transmitir misericordia para penetrar en el corazón de las personas y motivarlas a reencontrar el camino de vuelta al Padre».