El arzobispo de Zaragoza y presidente de la Comisión Episcopal de Vida Consagrada, monseñor Vicente Jiménez Zamora, presidió en la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Pilar, una solemne Misa de Acción de Gracias, por el XV Aniversario de la aprobación pontificia de los Heraldos del Evangelio. Concelebraron con monseñor Jiménez Zamora, el director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Antonio Cartagena Ruiz, algunos canónigos del Pilar y varios sacerdotes Heraldos del Evangelio.
En su homilía el arzobispo de Zaragoza recordó como los Heraldos del Evangelio, aprobados por San Juan Pablo II, fueron fundados por monseñor Joao S. Clá Dias, que ha llevado adelante esta obra, con tanto celo y amor a la Iglesia. «Es esta una celebración llena de alegría y de gozo. Una celebración de Acción de Gracias, con motivo del décimo quinto aniversario de la aprobación pontificia de la Asociación internacional de fieles de derecho pontificio, Heraldos del Evangelio. Estamos en una celebración festiva y jubilosa en esta Basílica Catedral del Pilar, a las plantas de Santa María, venerada con la secular advocación del Pilar, que es el corazón de nuestra Fe».
«Los Heraldos del Evangelio son carisma por el cual doy gracias a Dios. Las doy por este carisma en su Iglesia; que reconoció la Iglesia a través de San Juan Pablo II –hace ahora quince años precisamente- el 22 de febrero de 2001, festividad de la Cátedra de San Pedro. Ellos son fieles a la Iglesia, difunden el apostolado especialmente entre los jóvenes, con la belleza y la pulcritud y en torno a tres ejes fundamentales, que son como tres amores engarzados: la Eucaristía -Cristo entregado en amor por nosotros-, la Virgen Santa María, que tiene también corazón eucarístico y el Papa sucesor de Pedro, Obispo de Roma, que nos confirma a todos en la Fe. Feliz segundo domingo de Cuaresma, camino hacia la Pascua. Que el Señor que ha comenzado en nosotros una obra buena en esta Cuaresma, la lleve a feliz término en la Pascua florida de la Resurrección».
Antes de finalizar la Eucaristía, uno de los sacerdotes Heraldos del Evangelio, expresó en nombre de todos que «con profunda gratitud, hemos venido hoy a esta histórica Catedral Basílica del Pilar, para dar gracias al Señor por el décimo quinto aniversario de la aprobación pontificia. Acción de gracias a Dios Nuestro Señor, que hizo surgir este carisma en el alma de nuestro querido Fundador, monseñor Joao Scognamiglio Clá Dias y que lo guía e inspira cada día».
«Acción de gracias a la Santísima Virgen, que aquí veneramos bajo la advocación de Nuestra Señora del Pilar, tan amada por todos los Heraldos del Evangelio. Decir el Pilar es recordar los orígenes más auténticos de nuestra nación. Pero no solo eso. Pronunciar el nombre del Pilar es recordar como desde el inicio de la historia de la Iglesia estuvo en los designios de Dios, la evangelización de España y por consecuencia, de las naciones de Iberoamérica. Esa Iberoamérica, en donde quiso Nuestro Señor Jesucristo que surgiese nuestro carisma, que está expandido por los cinco continentes».
Posteriormente todos se dirigieron a la Capilla del Pilar para hacer entrega de una Ofrenda de flores a la Patrona de la Hispanidad.