El general de la Guardia Civil, responsable de las investigaciones del secuestro de Ortega Lara, ha recordado en Herrera en COPE cómo en pocos días se pasó «del momento más exitoso de la lucha contra el terrorismo con la liberación de Ortega Lara a encontrarnos con la trágica circunstancia del asesinato de Miguel Ángel Blanco».
Pedro Muñoz Gil reconoce que era «muy difícil asimilar en tan poco tiempo un cambio tan brutal que venía impuesto por la propia táctica política de ETA». En su opinión, la «muerte de Miguel Ángel Blanco hay que interpretarla como un cambio de estrategia de la banda terrorista». Había que matar no solo a miembros de las FFSS, sino también a políticos. Concluye que «era la socialización del sufrimiento».
El general retirado de la Benemérita afirma que el asesinato del concejal de Ermua «no fue una respuesta a la liberación de Ortega Lara. No se puede localizar un objetivo en tan solo seis días; se necesita más tiempo para preparar la logística». Declara que «Miguel Ángel Blanco estaba condenado a muerte desde el principio»” porque «las exigencias de la banda terrorista eran o rendición del gobierno a sus peticiones o asesinato».
Sobre el rescate de Manuel Ortega Lara después de 532 días de secuestro, el general de la Guardia Civil ha destacado que la pista respecto a los autores les llegó de la policía gala, con la que han mantenido «una excelente colaboración. Sin el apoyo y la colaboración de Francia habría sido imposible acabar con ETA».
Recuerda que los miembros de la Guardia Civil pasaron meses apostados en la zona donde estaba secuestrado el funcionario de prisiones, «un esfuerzo permanente» que al final dio resultados.