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Lunes, 28 noviembre 2016 12:10

Proyecto de los Agustinos Recoletos en Brasil con la ayuda de los navarros

Las ayudas concedidas en el año 2015 por dos consistorios navarros, los de Irurtzun y Cascante, han permitido que siete familias de Guaraciaba, en Brasil, puedan abandonar la situación de infravivienda en que estaban y formar parte del proyecto Hogar Digno de los Agustinos Recoletos en esta localidad brasileña.

Se trata de siete nuevas casas en la zona rural de Guaraciaba do Norte (Ceará, Brasil) para siete familias que hasta ahora vivían en condiciones de pobreza en zonas marginales. A través de la ONGD La Esperanza, el consistorio navarro de Cascante (3.787 habitantes) otorgó 3.000 euros, que se usaron en la construcción de cinco casas, en cofinanciación con la diócesis de Tianguá, los Agustinos Recoletos y la ONGD La Esperanza. En el caso de Irurtzun (2.223 habitantes), otorgó 1.600 euros, que se usaron en dos nuevas casas. El proyecto en su totalidad ha llegado así a entregar ya un total de 597 hogares nuevos o reformados a las familias. No era la primera vez que estos dos consistorios han decidido apoyar este proyecto.

El Proyecto Hogar Digno busca conceder en usufructo nuevos hogares a familias que viven en situación de pobreza y de infravivienda, normalmente en la zona rural de Guaraciaba do Norte y que viven una dependencia laboral y económica de sus patrones. Esta dependencia suele incluir la infravivienda donde son colocados dentro de los terrenos del patrón que cultivan, pagando un alquiler que engrosa las deudas generales de esos trabajadores rurales sin tierra en propiedad. Un régimen que hace que el trabajador siempre esté en deuda con el patrón para el que trabaja.

Además del problema socio laboral, estas familias sufren de un problema socio sanitario: por un lado, las infraviviendas son de barro y caña, el hábitat natural del insecto barbero, transmisor de la enfermedad de chagas, cuya prevalencia e incidencia en la región es muy superior a la de otros lugares.

Por otro lado, la falta de salubridad, de agua y electricidad, de baños y saneamiento, y los pequeños espacios sin intimidad donde viven familias muy numerosas, ocasionan otro tipo de problemas asociados, como son el alcoholismo, la falta de salud especialmente en las personas más débiles de la familia (ancianos y bebés), el abuso de la mujer y de los menores...

El proyecto Hogar Digno proporciona de este modo algo más que una casa. Se trata de sacar al trabajador rural de un círculo de explotación laboral y económica haciendo que no se ahogue en deudas con su patrón; otorga un lugar donde hay salud y bienestar, agua y electricidad, espacio suficiente para la familia numerosa; y permite que la familia entre en un ambiente de mayor seguridad y adonde los servicios sociales públicos y los de la propia Iglesia pueden acceder más fácilmente.