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Viernes, 21 noviembre 2014 05:13

La alegría del evangelio es una alegría misionera

Se ha abierto hoy en Roma el tercer Congreso Mundial de los Movimientos eclesiales y de las Nuevas comunidades, organizado por el Consejo Pontificio para los Laicos para responder a la llamada a la conversión misionera lanzada por el Papa Francisco a todos los cristianos en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium.

El congreso -el tercero de este tipo tras los celebrados bajo el pontificado de san Juan Pablo II en 1998 y de Benedicto XVI en 2006- cuenta con la participación de más de 300 miembros de asociaciones laicas procedentes de 40 países, reunidos para reflexionar sobre el tema ``La alegría del evangelio: una alegría misionera``.

Ha abierto los trabajos el cardenal Stanislaw Rylko, presidente de ese Consejo Pontificio, recordando el rico magisterio de los tres últimos pontífices sobre lo que San Juan Pablo II definió ``La nueva estación de agregación de los fieles laicos``. El purpurado subrayó que el pontífice santo siguió muy de cerca el rápido desarrollo de los movimientos eclesiales y de las nuevas comunidades, acompañándolo con su palabra clara e iluminadora... e indicó una nueva etapa para la vida de los nuevos carismas: la de la madurez, tras el florecimiento inicial``.

Para Benedicto XVI, prosiguió, ``las múltiples formas y la unidad de los carismas y ministerios eran inseparables de la vida de la Iglesia. El Espíritu Santo quiere la multiplicidad de movimientos al servicio del único Cuerpo que es la Iglesia``.

El Papa Francisco que conoce muy bien la realidad de los movimientos eclesiales insiste, agregó el cardenal Rylko, ``en afirmar que los nuevos carismas no son un patrimonio cerrado, entregado a un grupo para que lo guarde; se trata, en cambio, de regalos del Espíritu integrados en el cuerpo eclesial, atraídos hacia el centro que es Cristo, desde donde se encanalan en un impulso evangelizador``.