El 23 de enero, el obispo de Temuco en el sur de Chile, monseñor Héctor Vargas, que lidera la Comisión Asesora Presidencial de La Araucanía entregó a la presidenta Michelle Bachelet el informe final con las propuestas para solucionar el «conflicto mapuche» y destacó que la búsqueda del bien común y el diálogo son las claves para la paz.
La comisión inició su trabajo el 7 de julio de 2016 con monseñor Vargas como «facilitador del diálogo» junto a 20 miembros del ámbito ciudadano, académico, político y empresarial de la región de La Araucanía.
El documento contiene 50 páginas con propuestas para tres grandes temáticas referentes a la reparación de víctimas de la violencia de la zona; la participación, reconocimiento y nuevas formas de reparación hacia los pueblos indígenas y el desarrollo regional y territorial.
Monseñor Vargas manifestó que la deuda histórica hacia el pueblo mapuche, la pobreza de la Araucanía y la violencia desatada son signos de una «Región herida y fragmentada».
En ese contexto, el Prelado dijo que los participantes de la comisión anhelan «una cohesión social que nos permita vivir finalmente en paz, en el pleno respeto a la vida, identidad y dignidad de cada uno».
«Esto, gracias a la debida reconciliación, reparación, justicia y desarrollo integral para todos. Lo sabemos, o hay paz y justicia para todos, o difícilmente la habrá para alguien», agregó el obispo.
«Si queremos comprender, en efecto, lo que hoy día nos sucede como país y región, y en medio de divisiones, intolerancia, descalificación y diversas formas de violencia, resulta esencial retomar un diálogo ciudadano amplio y generoso, buscando más lo que nos une que lo que nos separa».
«Sobre todo, porque este diálogo, que siempre implica una capacidad de escucha, debe ayudarnos a construir el presente y el futuro, abriendo espacio a las nuevas generaciones y a los que vendrán».
«Por su parte, el bien común deriva en primer lugar de la dignidad e igualdad de todas las personas, al que debe referirse todo aspecto de la vida social para encontrar plenitud de sentido (...) Solo juntos es posible alcanzarlo, acrecentarlo y custodiarlo, también en vista al futuro», precisó.
El Prelado advirtió que «no todos quedarán satisfechos» pero se hizo un «esfuerzo importante en pos de la resolución de conflictos y avanzar en la convivencia pacífica» donde los miembros de la comisión tuvieron que «ceder o postergar legítimas aspiraciones personales o sectoriales en vistas del interés superior».
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