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Miércoles, 22 noviembre 2017 12:38

Concluye el Congreso Misionero Nacional de Argentina: «Jesús nos complica la vida»

Concluye el Congreso Misionero Nacional de Argentina: «Jesús nos complica la vida»

El Parque Central de la ciudad de Neuquén, Argentina, acogía este lunes la misa de cierre del V Congreso Misionero Nacional que ha reunido a más de 600 participantes del mundo misionero en Argentina, desde el sábado 18 de noviembre. Presidida por el obispo de Neuquén, monseñor Fernando Croxatto, y ante la presencia de cientos de fieles, dieron por concluido el congreso que en esta ocasión tenía como lema Argentina en misión, el Evangelio es alegría.

En su homilía, el prelado reiteró la invitación a que Jesús «nos complique la vida» con el Evangelio. «Estamos alentados a mantenernos firmes, llenos de valor, a preferir incluso la muerte antes que fallarle al Señor... A no traicionar el amor, a no callar nuestro anuncio. Recordando expresiones de Francisco que tenemos presente estos días, no es lo mismo haber conocido a Jesús, que no conocerlo, caminar con Él que caminar a tientas», subrayó.

«El verdadero misionero que nunca deja de ser discípulo, sabe que Jesús camina con él, habla con él, respira con él, trabaja con él», recordó, y celebró que la vida «se nos complique», porque con Él «es mucho más plena y le encuentra sentido a todo».

«La misión es salir para detenerse, es andar por parajes, pueblos, ciudades, realidades sociales, los areópagos modernos. Pero no solo pasando, sino deteniéndonos. Dejando que nos detengan para acercarnos, para mirar a los que gritan desde las orillas», sostuvo. Para finalizar, monseñor Croxatto exhortó a los misioneros a volver a casa «glorificando al Señor por estos días. Que nuestra vida, por la alegría, por la fuerza y el entusiasmo del Evangelio sea una alabanza cotidiana al Señor».

Entre las conclusiones de este 5º Congreso Misionero Nacional, CoMINa, y como preparación para el Congreso Americano de 2018 en Bolivia, proponen generar ámbitos de encuentro con Cristo a través de una espiritualidad misionera centrada en la Eucaristía y la Palabra de Dios; acrecentar la formación misionera en todos los ámbitos pastorales; favorecer los vínculos de comunión y el trabajo en equipo para un testimonio misionero fecundo; disponernos a la escucha de nuestro pueblo, acrecentando la salida al encuentro con los pobres; y revitalizar espacios de difusión, formación y acompañamiento de las vocaciones ad gentes.