Poco antes de la audiencia general en la plaza de San Pedro que se realizó este miércoles, el papa Francisco encontró en el Vaticano a los atletas de la Federación Austríaca de Esquí.
«Cuando pienso a Austria, con sus montañas alpinas me recuerdo de los deportes invernales», dijo el Pontífice. «El esquí tiene una gran importancia y tradición en vuestro país, y toda la población vive el evento cuando se realizan los torneos ganadores», añadió.
El Papa le subrayó a estos deportistas que ellos se vuelven «modelo especialmente para muchos jóvenes. Pero también figuras de integración, no solamente por los resultados deportivos, sino por las virtudes y valores que el deporte representa: empeño, perseverancia, determinación, justicia, solidaridad, espíritu de equipo».
«Vuestro ejemplo contribuye a la formación de la sociedad», dijo, y añadió que por ello es necesario «ser siempre mensajeros de la fuerza de unión que tiene el deporte y de la hospitalidad». Y les pidió que cuando regresen a la riqueza natural del propio país «sean mensajeros de la salvaguardia del ambiente y de la belleza de la creación de Dios».