Expresidentes de América y Europa suscribieron una declaración de apoyo a la iniciativa de Cuba Decide para la realización de un plebiscito vinculante en la isla que permita al pueblo «expresarse por sí mismo y decidir soberanamente sobre el cambio a un sistema democrático con elecciones libres, justas y plurales».
El evento tuvo lugar en la Torre de la Libertad en Miami (Estados Unidos), el pasado 12 de mayo. Estuvieron presentes Rosa María Payá, promotora de la iniciativa Cuba Decide; el ex presidente del gobierno español, José María Aznar; y los ex presidentes de Colombia, Álvaro Uribe; Bolivia, Jorge Quiroga; Chile, Sebastián Piñera; y Uruguay, Luis Alberto Lacalle.
La declaración denuncia que «los cubanos siguen privados de voz y cauces democráticos» y «por ello reivindicamos el derecho de los cubanos a vivir en democracia y apoyamos la propuesta de la iniciativa ciudadana Cuba Decide para la realización de un Plebiscito Vinculante», señalaron.
El objetivo de este plebiscito es permitir «al pueblo expresarse por sí mismo y decidir soberanamente sobre el cambio a un sistema democrático con elecciones libres, justas y plurales; libertad de expresión; libertad de prensa y libertad de asociación en partidos políticos y organizaciones sociales que respeten la pluralidad de la sociedad cubana».
En ese sentido, recordaron que «la voluntad de cambio democrático a un sistema plural expresada» ya ha sido expresada «por los más de treinta y cinco mil cubanos firmantes del Proyecto Varela, conforme a su derecho constitucional».
Sin embargo, la declaración advierte que en Cuba no existen «las mínimas condiciones necesarias para la celebración de elecciones libres, justas y competitivas», pues no se respetan derechos fundamentales «como la libertad de expresión y asociación, elementales en cualquier sociedad democrática».
Por ello, señalaron que para que «el resultado del Plebiscito Vinculante sea legítimo» debe garantizarse «la independencia e imparcialidad del organismo electoral encargado de la organización del proceso, para que todos los votos sean contados de manera precisa, justa, igualitaria y transparente».
Además se debe permitir «la presencia de observadores nacionales e internacionales en todas las etapas», garantizar «la libertad para hacer campaña electoral en el pleno uso de la libertad de expresión y asociación, así como el acceso igualitario al censo, al electorado y a los medios de comunicación, incluso en los que son de propiedad estatal o son controlados por el mismo».
Para ello, los ex mandatarios ofrecieron su disposición «de acompañar a Cuba en su camino soberano hacia el Estado de derecho, la democracia y la libertad, e invitamos a la comunidad internacional, a los distintos gobiernos y a las instituciones multilaterales a sumarse a esta iniciativa».