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Jueves, 08 octubre 2015 09:20

“La juventud necesita enamorarse de Jesús” afirma la misionera María Donoso desde Yurimaguas, Perú

“La juventud necesita enamorarse de Jesús” afirma la misionera María Donoso desde Yurimaguas, Perú

Desde su misión en Perú, en Yurimaguas, en la provincia del Alto Amazonas, la misionera extremeña María Donoso, de la Compañía Misionera del Sagrado Corazón, escribe al director diocesano de Coria-Cáceres, contando su día a día misionero:

“Hace tiempo que deseo pasar un rato compartiendo algo del vivir, y esta es la hora que suelo entrar al correo y la verdad ya no está la cabeza como que muy clarita, pero esta noche luego de ver los preparativos del DOMUND, la convivencia misionera con las contemplativas, y todo lo referente a la Infancia Misionera, pues no me resisto a darle las gracias y de paso compartirle algo de los frutos que estamos cosechando en nuestro grupo de Infancia Misionera. Creo que ya le he comentado que de las seis capillas que tiene nuestra Parroquia, solo una, la Capilla Virgen del Carmen, trabaja desde hace años con Infancia Misionera, se lleva también catequesis para los Sacramentos, y llegan a la confirmación un grupo de jóvenes, que siguen bien las catequesis, pero luego de confirmarse, y comenzar con estudios superiores, como que no les queda gran cosa en sus corazones del encuentro con Jesús.

Este año se confirmaron unos treinta y de ellos veinte. Justo los que han seguido desde pequeños en Infancia Misionera, se han quedado como catequistas, y lo que ha hecho su catequista, - por cierto una joven con un carisma muy fuerte, y que se le da de maravilla el acompañar a los jóvenes-, es invitarles a que preparen y den la catequesis junto con ella a los jóvenes que este año se preparan para la confirmación. Se lo han tomado con gran interés y responsabilidad, y de ahí como que renace otro pequeño milagro... Ana que es fisioterapeuta, ha dejado su trabajo, y está decidida a estudiar este año, para ser profesora de religión, y al parecer, no solo ella, sino también alguno de los chicos que estaba para ingresar en la universidad a otra carrera, van a seguir sus pasos, Esperemos que no sean los únicos, y tengamos la felicidad de ver a un grupo de buenos profesores de religión bien preparados y una vida de fe sincera y profunda para que la contagien a esta juventud que tanto necesita enamorarse de Jesús.

Confío que nos tengan en sus oraciones para que esto sea una realidad. Y tengamos mejores cristianos y menos jóvenes en los penales, pida también por los cinco chicos que tengo en la cárcel”.