Animado por la Congregación de Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena, y con el apoyo de las Universidades de Antioquia, Pontificia Bolivariana y Pontificia Javeriana de Cali, la ciudad colombiana de Medellín acogerá, del 19 al 21 de octubre, el Primer Congreso Internacional Laura Montoya Upegui, que tendrá por tema ‘Visiones y Razones’”.
Se trata de un congreso que reunirá a investigadores, profesores y estudiantes de teología, filosofía, literatura, periodismo, ciencias sociales y humanas, entre otros, con el objetivo de profundizar en el pensamiento y obra de la primera santa colombiana reconocida, así como sus implicaciones para la actualidad. Con motivo de la cita académica, que se desarrollará en la Universidad Pontificia Bolivariana, la organización del Congreso ha solicitado propuestas de ponencias, paneles y mesas de trabajo en temáticas como: labor misionera, pensamiento teológico, espiritualidad y mística, perspectiva pedagógica, periodismo y litografía, trabajo editorial y fotográfico sobre Santa Laura. Trabajos que deberán enviarse, en español o inglés, hasta el próximo 15 de julio para que sean notificados posteriormente por el comité académico.
Madre de los indígenas, Santa Laura Montoya Upegui nació el 26 de mayo de 1874 en la población colombiana de Jericó, situada en el departamento de Antioquia. Siendo maestra y gran formadora sintió un fuerte llamado de Dios a educar a los indígenas del país. Para ello, funda una congregación para llevar la luz del Evangelio a los habitantes de la Selva, la cual se hace realidad en 1914 con la fundación de la familia religiosa Misioneras de la María Inmaculada y Santa Catalina de Siena, que por entonces contó con el apoyo del Obispo de Santa Fe de Antioquia, monseñor Maximiliano Crespo. Tras llevar el Evangelio a los rincones más inhóspitos de su natal Colombia, la religiosa falleció con fama de santidad el 21 de octubre de 1949, iniciando el camino hacia su canonización el 4 de julio de 1963.
Fue beatificada en Roma por San Juan Pablo II el 25 de abril de 2004, y canonizada por el Papa Francisco, también en Roma, el 12 de mayo de 2013. Durante la homilía de la Misa de Canonización, el Santo Padre expresó: «Santa Laura Montoya fue instrumento de evangelización, primero como maestra y después como madre espiritual de los indígenas, a los que infundió esperanza, acogiéndolos con ese amor aprendido de Dios, y llevándolos a Él con una eficaz pedagogía que respetaba su cultura y no se contraponía a ella. En su obra de evangelización Madre Laura se hizo verdaderamente toda a todos, según la expresión de San Pablo». Y añadía: «Esta primera santa nacida en la hermosa tierra colombiana nos enseña a ser generosos con Dios, a no vivir la fe solitariamente, sino a comunicarla, a irradiar la alegría del Evangelio con la palabra y el testimonio de vida allá donde nos encontremos. En cualquier lugar donde estemos, irradiar esa vida del Evangelio. Nos enseña a ver el rostro de Jesús reflejado en el otro, a vencer la indiferencia y el individualismo, que corroe las comunidades cristianas y corroe nuestro propio corazón, y nos enseña a acoger a todos sin prejuicios, sin discriminación, sin reticencia, con auténtico amor, dándoles lo mejor de nosotros mismos y, sobre todo, compartiendo con ellos lo más valioso que tenemos (...) que es Cristo y su Evangelio».