Móviles reciclados para hacer el bien, así se llama la iniciativa que han lanzado las Obras Misionales Pontificias de Alemania (Missio), durante el Katholikentag (el Día del Católico) que tuvo lugar el pasado sábado en Leipzig. El Katholikentag reúne a los católicos alemanes durante unos días, este año del 25 al 29 de mayo, en una ciudad del país, y cuenta con una larga tradición que se remonta a 1848, cuando se tuvo lugar el primero en Maguncia. Una celebración en la que miles de católicos alemanes se dan cita, y en la que se suceden la oración, los conciertos y las iniciativas caritativas y solidarias.
En esta ocasión las misiones tuvieron como embajadora a Patricia Kelly, una conocida contante de Alemania, nacida en Andalucía. En la presentación de la campaña de Missio, Patricia recordó que, «olvidados en los cajones, los alemanes tienen 100 millones de móviles viejos», móviles que «contienen minerales valiosos como el oro y el coltán, que pueden ser reciclados».
El presidente de Missio, monseñor Klaus Krämer, agradeció a la cantante que entregó el primer móvil para reciclar de la campaña. «Agradezco a Patricia Kelly y a todos los que hoy se están acercando por su solidaridad y por el gran número de móviles entregados». Con esta actividad, explicaba el responsable de las Obras Misionales Pontificias en Alemania, ayudamos doblemente. En primer lugar, está el tema del reciclado de los móviles y, en segundo lugar, por cada teléfono reciclado la empresa recicladora hace una donación para un proyecto de ayuda en la República Democrática del Congo.
Precisamente, desde este país, el Congo, es de donde proceden los valiosos materiales necesarios para la fabricación de los móviles. Durante muchos años, ha habido un conflicto sangriento en el Congo, financiado a través del comercio ilegal de estos minerales. El proyecto de Missio es financiar centros para tratar los traumas de esta guerra en el este de este país africano, en los que los supervivientes reciben asistencia psicológica, pastoral y material.