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Martes, 28 febrero 2017 06:25

Sudán libera a misionero cristiano falsamente acusado de espionaje

Sudán libera a misionero cristiano falsamente acusado de espionaje

El cooperante cristiano checo Petr Jasek, que se enfrentaba a una condena de 20 años en Sudán, ha sido liberado. A su llegada a Praga (República Checa), se ha mostrado agradecido a quienes se han movilizado por su liberación tanto desde el gobierno como desde la sociedad civil.

«Quiero dar las gracias a los políticos, diplomáticos, activistas y también a la gente que me ha apoyado, que ha rezado por mí y otros cristianos perseguidos. También quiero expresar lo mucho que agradezco la campaña de CitizenGO suscrita por 400.000 personas. Este apoyo ha sido muy importante», ha reconocido el checo pocas horas después de su vuelta a casa.

Pocas horas antes, el ministro checo de Relaciones Exteriores Lubomir Zaoralek anunciaba a través de las redes sociales que Petr Jasek ya estaba liberado: «Magníficas noticias desde Sudán: Tenemos a Petr Jasek fuera de la cárcel donde ha estado desde diciembre de 2015. Vuelve con nosotros a República Checa esta noche. Está bien».

Petr Jasek estuvo a punto de ser condenado a muerte en Sudán acusado de delitos de espionaje por prestar ayuda a un niño que había sido herido por la policía sudanesa. Jasek fue detenido en 2015 y desde entonces permanecía encarcelado en el país africano.

Jasek, junto a dos pastores cristianos y un activista sudanés, también cristiano, fue acusado de al menos siete crímenes que implicaban pena de muerte como financiar movimientos rebeldes, espionaje y conspirar contra el Estado.

Petr Jasek ha pedido, en relación a sus compañeros de cautiverio, que se piense en ellos «y en otros cristianos perseguidos, que están en peligro de destrucción».

Jasek fue condenado a 20 años de prisión a finales del pasado mes de enero de 2017 lo que, en la práctica, equivalía a una condena a muerte en las cárceles de Sudan.

Así lo entendió la plataforma MasLibres.org en defensa de la libertad religiosa. «Condenarlo a 20 años en una prisión sudanesa, a sus 52 años, es casi tanto como sentenciarlo a una muerte lenta. Las condiciones de vida en las cárceles de Sudán son escalofriantes. ¿Cuánto puede durar un hombre rodeado de hambre, violencia y enfermedad?».

Este riesgo fue advertido cuando Jasek apenas llevaba un año en la cárcel a la espera de juicio, tal y como explicó el misionero Thomas Zdechovský a finales de 2016.

«Está en mal estado físico y mental. Su juicio está previsto desde agosto, pero la decisión está muy cerca. Tenemos miedo de que la ejecución se lleve a cabo, porque en Sudán la vida humana no significa nada. Puede que no se formalice la petición, porque todas las organizaciones están haciendo sonar la alarma y decir que la vida humana no se debe subestimar», señalaba Zdechovský.