El Santo Padre ha escrito un telegrama de pésame al cardenal Giuseppe Betori, arzobispo de Florencia (Italia) con motivo del fallecimiento en la noche de este viernes, a los 92 años y tras una larga enfermedad, del cardenal Silvano Piovanelli, arzobispo de esa ciudad entre 1983 y 2001.

El Papa recuerda que el purpurado vivió su enfermedad con ánimo sereno y con confiado abandono a la voluntad del Señor y, al mismo tiempo que manifiesta su tristeza, expresa a la entera familia diocesana y a los parientes del difunto la profunda participación en su dolor.

«Pienso con afecto en este querido hermano en el episcopado que ha servido con alegría y sabiduría al Evangelio y ha amado tenazmente la Iglesia. Recuerdo con gratitud su intensa obra pastoral primero como entregado presbítero y obispo auxiliar y más tarde como guía solícita y sabia de esta arquidiócesis» escribe Francisco.

Y añade: «Elevo fervientes oraciones al Señor para que por intercesión de san Juan Bautista y de la bienaventurada Virgen María acoja a este fiel servidor suyo e insigne pastor en la Jerusalén celestial e imparto de todo corazón a Usted, a la querida iglesia florentina y a cuantos lo conocieron y estimaron la bendición apostólica».

Su última salida pública fue el 26 de mayo pasado en la procesión de Corpus en Florencia, cuando participó a la misa en la catedral y después en la procesión hasta Santa María Novella, yendo en silla de ruedas.

El Colegio de Cardenales en la actualidad pasa a estar integrado por 212, de los cuales 112 son electores y 100 no electores.