El presidente de Ecuador, Rafael Correa, tras aterrizar este domingo en el aeropuerto de Manta, proveniente desde el Vaticano en donde participaba a un congreso, caminó entre los escombros de la ciudad de Portoviejo para evaluar los daños del terremoto.

«Seguramente el número de fallecidos aumentará y probablemente en forma considerable. La tragedia es muy grande pero sabremos salir adelante», declaró el mandatario. Y señaló que el número de fallecidos asciende 272 y que el balance crecerá.

El país no había registrado terremotos de esta intensidad desde hace 18 años, indicaron las autoridades del Geofísico.

Este domingo el Santo Padre, después de la oración del Regina Coeli, invitó a rezar por estas poblaciones. «Esta noche –dijo Francisco– un violento terremoto ha golpeado al Ecuador, causando numerosas víctimas y fuertes daños. Rezamos por estas poblaciones».

El movimiento telúrico ha cobrado víctimas también entre las religiosas de la provincia costera de Manabí, en la casa de la comunidad de las Siervas del Hogar de la Madre en Playa Prieta.

Por su parte la Conferencia Episcopal Ecuatoriana publicó un comunicado en el que se solidarizan con «las provincias de Manabí y Esmeraldas, que hasta ahora parecen ser las más afectadas, e invitamos a todos a unirse a una colecta nacional en favor de los damnificados con el fin de socorrerles en sus necesidades más inmediatas». Y han puesto a disposición la Cuenta Corriente del Banco del Pichincha N. 3085358804 a nombre de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, RUC 1790100219001.

En #PrayForEcuador miles de todo el mundo, particularmente de América Latina indican que rezan por el país andino.