La delegación de Misiones de la diócesis de Pamplona-Tudela informa de la gran participación de peregrinos en la segunda Javierada de este año 2017.
Alrededor de 20.400 peregrinos participaron en esta segunda Javierada que se caracterizó por el buen tiempo. San Francisco Javier, Patrono de las Misiones y de Navarra, fue una año más testigo de la atracción que tiene Javier para hombres y mujeres de fe y de buena voluntad.
La plaza del Castillo de Pamplona estaba «hasta la bandera» de familias con niños, personas mayores, jóvenes y grupos de todos los rincones de la geografía española.
Como en la Javierada anterior, el símbolo que acompañó a la cruz procesional: una barca hinchable y una cruz hecha de retazos de madera, provocó el silencio de los participantes pues traía de inmediato a la memoria el sufrimiento y la muerte de tanto migrante que sólo busca vivir... sobrevivir con dignidad. En el altar, sobre este símbolo, toda una declaración de intenciones de la Iglesia en Navarra: Caminando juntos con los Migrantes y Refugiados.
Durante la homilía, monseñor Juan Antonio Aznárez, obispo auxiliar de Pamplona y Tudela, animó a todos a «confiar en Dios, que espera grandes cosas de cada uno de nosotros». ¡Qué bueno sería que sus palabras, desde el evangelio, suscitaran alguna vocación misionera!
Cientos de peregrinos hacían cola para celebrar el sacramento de la reconciliación, recordándonos a todos que estamos en tiempo de Cuaresma y, por tanto, en tiempo de gracia, de perdón y misericordia.
Desde la Delegación de Misiones «agradecemos el trabajo impagable de todos aquellos que forman parte del voluntariado, Órdenes Religiosas, parroquias, fuerzas de seguridad y de sanidad, Ayuntamientos - en especial al Ayuntamiento de Javier -, al Gobierno de Navarra y a las entidades colaboradoras con la Javieradas, y de manera significativa a la Comunidad de Jesuitas de Javier».