El pasado mes de enero, un grupo de la delegación de misiones de la diócesis de Vic ha viajado a África central. Hoy nos cuentan que tuvieron contacto con familias y con los niños que desde esa diócesis apadrinan y con algunos misioneros de la diócesis, como es el caso de la misionera Carme Arumí, una religiosa carmelita vedruna. También hicieron entrega del donativo que los niños de catequesis de la parroquia de Sant Joan de les Abadesses le entregaron para ayudar a los niños más necesitados.
Visitaron a la misionera de Vic, Barcelona, Carme Arumí, que lleva toda su vida de misionera al lado de los más pobres del Congo. Carme es enfermera con especialidad de comadrona y ha trabajado 50 años en un hospital del Congo. Está en Kolokosso, en la diócesis de Kenge. La misionera les explicó las técnicas que utilizaba para ayudar a muchas mujeres a llevar adelante su embarazo y, finalmente, a que pudieran dar a luz, dadas las circunstancias en las que vivían. “Son casos con grandes dificultades pero hay que intentarlo todo para salvar a la madre y al niño en una zona rural donde no hay medios para trasladarlos a ningún centro”, les contaba Carme.
Desde la delegación de misiones de Vic opinan que “ya les gustaría a muchos que se dedican a la pediatría y al campo sanitario tener su experiencia, adquirida en tantos años y con tantas dificultades”
Actualmente no trabaja ya en el hospital pero está al servicio de las necesidades que surgen en la comunidad rural donde vive. “El Congo es mi casa”, les decía cuando hablaban con ella. Todavía hay mucha gente que le pide ayuda y la llama para que ejerza de comadrona, y ella hace todo lo que está en su mano.
Les explicó también que ahora las necesidades de esta zona han aumentado mucho y que ha disminuido la solidaridad hacia al tercer mundo y que le es muy difícil encontrar quien colabore. Actualmente, según la hermana Carme, ahora hay mucha gente que decide ayudar a las necesidades de los que tienen cerca, pero “se olvidan de que aquí tenemos recursos, servicios sociales, la familia, Cáritas, etc.”, señalan desde la delegación de misiones de Vic.
“Los que hemos conocido la realidad de África, os podemos decir que no tienen lo mínimo para subsistir, son tan pobres que les falta lo necesario, casa, agua corriente, eso se ve y se palpa, las familias no pueden dar educación a sus hijos. Lo hemos entendido nada más aterrizar. Pensemos en ello y llevemos nuestras plegarias a los que tienen menos que nosotros, los pobres de aquí y de allí”.