El sacerdote valenciano Rubén Cortell Alborch, misionero diocesano, nacido en Valencia. Desde el 2013 desarrolla su labor en Portoviejo, en la Provincia de Manabí, Ecuador. Ya antes fue misionero en Cuba.
Este sacerdote misionero ha agradecido la solidaridad de los feligreses valencianos con Ecuador, tras el terremoto que sufrió el año pasado, informa la agencia AVAN. Precisamente, las colectas de la diócesis en la solemnidad del Corpus Christi del año pasado fueron destinadas íntegramente a los damnificados del terremoto. Estos donativos recogidos el misionero los ha destinado casi íntegramente a reconstruir las viviendas de los habitantes de Ecuador que habían quedado muy deterioradas.
«Con los donativos se entregaron los materiales a los vecinos de la zona periférica de la ciudad de Portoviejo, para que ellos mismos reconstruyeran sus casas», según ha explicado el propio misionero, natural de la localidad valenciana de Salem, donde nació en 1963.
Además, con los donativos recogidos también se construirá un salón comunitario para la parroquia Santa Narcisa de Jesús que, con sus cinco comunidades, atiende a 35.000 feligreses. La mayoría de ellos inmigrantes que llegaron de las zonas rurales y que actualmente cuentan con servicios muy precarios de agua corriente y luz eléctrica.