El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, viaja este miércoles a la ciudad italiana de Saluzzo, para participar en un encuentro internacional de las Comunidades del Cenáculo, grupos terapéuticos de sanación que tratan de recuperar, a través de la oración, la vida evangélica en fraternidad y el trabajo, a jóvenes con problemas de adicciones, familiares, psicológicos, o de falta de sentido en sus vidas o simplemente discernir su camino en la vida.
En el encuentro, denominado ‘Fiesta de la Vida’, que se celebrará desde hoy y hasta el 10 de julio participan las familias de jóvenes valencianos que se encuentran actualmente residiendo en comunidades del Cenáculo fuera de España, con las que se va a reunir, igualmente, el arzobispo.
Junto al cardenal, que quiere «conocer más de cerca la Comunidad del Cenáculo, invitarles a que vengan a Valencia y promover comunidades de este tipo de fraternidades en la diócesis», también viajan tres sacerdotes valencianos, según han indicado fuentes del Grupo de Oración de Padres del Cenáculo en Valencia.
En la actualidad, en la diócesis valentina existen tres grupos de oración en tres parroquias, «que se reúnen cada mes para rezar por los jóvenes que tienen adicciones, entre otras problemáticas», aunque no dispone de comunidad.
No obstante, además de los jóvenes en Valencia que pertenecen a comunidades del Cenáculo, también hay otra decena de ellos que residen en las dos fraternidades existentes en España: la Fraternidad Sagrado Corazón de Jesús de Fogars del Monclús (Tarrasa) y de la Fraternidad Nuestra Señora de Misericordia de Cornudella del Monsant (Tarragona).
«Han sido muchos los jóvenes de la diócesis que a lo largo de los años han pasado por la Comunidad, y este paso ha cambiado sus vidas de forma radical pasando de una situación de total oscuridad a una de luz en la fe», han añadido las mismas fuentes. La Comunidad «no plantea un camino fácil, es exigente, pero es la exigencia la que te lleva a salir de las tinieblas a la luz; algunos de ellos son padres de familia en la actualidad».
La ‘Fiesta de la Vida’, que pretende ser una «acción de gracias y alabanza a Dios por la recuperación de tantos jóvenes», cuenta con la participación de cerca de 10.000 personas, entre jóvenes, padres, familias, religiosos y sacerdotes, procedentes de las casas de distintas comunidades y de distintos países de Europa (Portugal, Irlanda, Inglaterra, Francia, Austria, Polonia, Italia, Eslovaquia, Eslovenia, Croacia y Bosnia-Herzegovina), además de Brasil, EEUU (Alabama y Florida) y Liberia (África) entre otros, han añadido.
El encuentro se celebra en la colina de Saluzzo, Italia, donde se encuentra la Casa Madre de la Comunidad del Cenáculo, e incluye catequesis, celebraciones eucarísticas, adoración eucarística, la exposición de testimonios y la realización de musicales bíblicos.
Modo de curación, «Ora et labora»
El «modo de curación» de la Comunidad del Cenáculo se basa en el denominado «Ora et labora» (oración y trabajo), a través de la Adoración Eucarística y la oración, la vida en fraternidad, el acompañamiento de voluntarios y familias, y la ayuda de otras personas que han pasado por el mismo proceso de rehabilitación, según las mismas fuentes.
La Comunità Cenacolo dispone de una página web en distintos idiomas, entre ellos el español, que informa de quiénes son, cuál es su carisma, dónde están y cómo viven, así como los tfnos. de contacto nacionales.