El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha recibido en el Palacio Arzobispal a monseñor Adelio Pasqualotto, obispo para el Vicariato Apostólico de Napo, en Ecuador, quien le ha agradecido «en nombre de la conferencia episcopal ecuatoriana» su decisión de destinar todas las colectas de la próxima fiesta del Corpus Christi en la diócesis valentina, a los damnificados por el terremoto de hace un mes.
En la actualidad, en la zona afectada por aquel seísmo «de las 97 iglesias que había, 61 no se pueden recuperar ya y las misas se celebran al aire libre», ha señalado el prelado ecuatoriano que expresado su gratitud al purpurado también «de parte de las familias y poblaciones afectadas, que están rendidas», según ha indicado el propio obispo.
Aunque el terremoto no afectó a su diócesis, «sí llegó el susto grande y fuerte», según el prelado, que ha añadido que «en la costa el movimiento arrasó con todo» y afectó también a 128 colegios que «estaban a punto de iniciar el año escolar».
Además, la costa «había sido golpeada semanas antes por inundaciones» pero, a pesar de la tragedia, «hay signos bonitos de solidaridad, porque se está promoviendo el voluntariado y nos están pidiendo el acompañamiento de las personas afectadas en este proceso espiritual y psicológico por parte de misioneros porque es necesario».