Milly Gualteroni nació en Sondrio, (Italia) en 1957. Licenciada por la universidad de Padua en «Lenguas y Literaturas Extranjeras», comenzó su periplo profesional como profesora de inglés. Con el pasar del tiempo, llegó a ser una exitosa periodista en revistas de tirada internacional, como Gran Bazaar, L’Uomo Vogue, Chi, Cosmopolitan, Panorama… y otras. Pero Milly arrastraba sangrantes heridas en su alma: el suicidio de su hermano mayor cuando apenas tenía ella 14 años, y el de su padre —famoso médico— cuando ella tenía 18. En sus aniversarios de fallecimiento Milly se derrumbaba detrás de su fachada de agnóstica triunfadora, con devastadoras depresiones que la llevaron a intentar por tres veces el suicidio. Cuando se recuperaba, trataba de rellenar el vacío con una existencia libertina. Hasta que un día comenzó a preguntarse: «¿Y si fuese la llamada de Dios?». Y ese susurro se hizo eco en su alma. Y comenzó la búsqueda de Aquel que desde siempre la había buscado y amado. En esa búsqueda tuvo un importante papel algunas extraordinarias experiencias vividas en encuentros de la Renovación Carismática Católica.
Milly explica en Cambio de Agujas: «Yo me considero salvada… He entendido, gracias al descubrimiento del Evangelio, cuál es el sentido profundo de la vida.. Y afirmo que el Evangelio es un manual extraordinario de instrucciones para la vida, además de ser un excelente manual de “psicología de lo profundo”, porque Cristo es el mejor psicólogo y conocedor del ser humano, y sabe lo que es bueno y lo que es malo. Y cuanto más se dirige uno hacia Dios, más llega a comprender el misterio del hombre, y más uno consigue entrar en la profundidad de nuestra dimensión, tanto física como psíquica».