El Ayuntamiento de Cendea de Galar, en Navarra, ha concedido 2.545 euros que servirán para mejorar la salud materna y formar en prevención a las gestantes y madres de niños menores de cinco años en las comunidades rurales del municipio brasileño de Lábrea, en colaboración con los Agustinos Recoletos y la Prelatura de Lábrea.
A lo largo del año 2017, los voluntarios locales y los misioneros agustinos recoletos visitarán las pequeñas aldeas rurales en el Amazonas brasileño, para promover la salud preventiva y el cuidado correcto de las mujeres embarazadas y los niños, en un trabajo que ya se desarrolla habitualmente.
La población navarra de Cendea de Galar, que tiene una población de 2.007 habitantes, concedió esta ayuda a la ONGD La Esperanza, dentro de su convocatoria anual de proyectos de cooperación al desarrollo.
Estas comunidades rurales a las que va dirigida la ayuda están situadas en el cauce del río Purús o de sus múltiples afluentes, y son solamente accesibles por vía fluvial. Son comunidades de entre cinco y treinta familias, alejadas de toda civilización, en muchos casos sin agua corriente o electricidad, y con familias que viven en un avanzado estado de pobreza en una economía meramente de subsistencia.
Según informan los agustinos recoletos, en estas visitas se reparten multivitamínicos, complementos nutricionales, hierro, ácido fólico y se enseña a las madres a hacer sueros y atender los síntomas más comunes en las enfermedades infantiles, como son las gastroenteritis, diarreas, parásitos, fiebres, deshidratación...
Se reparten también diversos materiales formativos, se combate la desnutrición infantil y se hace una ficha de seguimiento a cada menor de edad para comprobar su crecimiento, aumento progresivo de peso, vacunación, etc.
Los viajes se llevan a cabo en barco, y aunque el equipo especialista es voluntario, es necesario proveer de alimentación a las personas y de combustible al barco en unos viajes que tienen varios días y hasta semanas de duración.
Además, para las formaciones más específicas, en cada comunidad se nombra agentes y líderes locales que son formados de un modo especial en la sede del municipio y de la parroquia de Lábrea, para que así continúen en la vida cotidiana con el cuidado de las madres gestantes y los más pequeños de un modo continuado.
Por último, en las comunidades rurales también se anima a la elaboración de dietas alimenticias más ricas con productos locales y baratos, así como la detección más rápida de enfermedades más graves que puedan requerir la visita al médico y se comience antes la evacuación del paciente infantil o adulto, en una tarea que incide en la prevención final para toda la comunidad local.