El secretario del Vaticano para las relaciones con los Estados, monseñor Paul Richard Gallagher, presidió la ordenación episcopal del nuevo Nuncio para República Centroafricana y Chad, monseñor Santiago de Wit Guzmán, quien dio gracias de manera especial a su familia y a su madre.
Según informa la agencia Avan, la Misa se realizó el sábado 10 de junio en la catedral de Valencia, y en ella el nuevo Nuncio de 52 años de edad, dio gracias a «Dios, a mi familia, a mi padre que se fue no hace mucho porque me enseñó a ser fuerte, a mi madre, por ser la mejor creyente que conozco, a mis hermanos porque no sería lo que soy sin vosotros, con especial mención a los que se fueron demasiado pronto».
También dio gracias a sus «familiares, amigos, párrocos, sacerdotes y obispos, a la Conferencia Episcopal Española y todos los presentes».
El Prelado agradeció asimismo «la confianza del Santo Padre y de la Secretaría de Estado con el nombramiento de Nuncio» y «la acogida del cardenal Cañizares, su alegría, entusiasmo y generosidad al poder celebrar hoy, en esta catedral, este acontecimiento tan especial para mí y para toda mi familia, así como el trabajo de todas las personas involucradas en la preparación del acto».
Monseñor De Wit recordó también los «primeros discernimientos en el Colegio de El Pilar y en la parroquia de San Pascual Bailón, en Valencia, los años de Seminario en El Patriarca, de vicario en Oliva, los estudios en Roma y los casi 19 años de servicio a la Santa Sede en diversas Nunciaturas».
Esta experiencia, dijo, «confirma la invitación del Santo Padre a ser tierra de encuentro, a construir cuantos puentes sean necesarios para superar rechazos y divisiones, a ser instrumento de paz y reconciliación».
En su homilía, monseñor Gallagher subrayó que «hoy Santiago de Wit ha regresado al lugar donde fue criado, ha entrado en esta magnífica Catedral y ha escogido las palabras de Isaías ´el espíritu del Señor está sobre mí’, con las que inaugura su ministerio en la República Centroafricana y en el Chad».
Esta ordenación de monseñor De Wit, explicó, se ha realizado «rodeado por las comunidades que te han formado y te han hecho ser quien eres, y donde tu vocación sacerdotal ha sido alimentada», en referencia a su familia, la comunidad eclesial y sacerdotal «que te apoyan y animan».
Monseñot Gallagher se refirió al lema episcopal elegido por monseñor De Wit, «la vida que vivo en el presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios (In fide vivo Filii Dei), según las palabras de San Pablo a los Gálatas, y esa fe continuará empujándote en tu nuevo ministerio de obispo y nuncio».
Por último, el secretario de la Santa Sede, resaltó que ahora monseñor De Wit debe buscar «que la relación con las comunidades civiles se inspiren en la imagen evangélica del Buen Pastor y deberá hacer cada vez más estrechos y operativos los vínculos que unen a la Sede Apostólica con las Iglesias locales».