El secretario de la Conferencia Episcopal Española ha afirmado en Herrera en Cope que «hay que poner orden y dejar que la educación sea un tablero de controversia política». Ha lamentado que en los últimos años haya habido once leyes educativas diferentes y ha destacado la buena disposición del ministro Méndez de Vigo para alcanzar un consenso porque «estamos obligados a entendernos».
José María Gil Tamayo ha explicado que en las futuras negociaciones para consensuar un texto la Iglesia tendrá «una voz unitaria, conjunta, no atomizada. Una mesa común de unidad porque la Iglesia tiene algo que decir» porque más de 120 mil personas trabajan en centros educativos religiosos.
Respecto a los centros concentrados, el portavoz de la CEE ha declarado que «hay gente que piensa que el espacio público tiene que ser aséptico de toda convicción religiosa. Algunos confunden la clase de religión con la catequesis». Ha añadido que «cuando no se admite el hecho religioso y se quiere reducir al ámbito privado sin ninguna influencia social, el católico tendrá que dejar colgada en la percha su creencia religiosa».
Gil Tamayo ha recordado que el artículo 27 de la Constitución reconoce la libertad de enseñanza y el derecho a la educación. Además ha explicado que la Iglesia se somete cada año a un referéndum donde el 63% de los padres eligen la educación religiosa para sus hijos. «Es una opción libre por eso habría que respetar el derecho de los ciudadanos que se han manifestado libremente».