El padre Andrzej Madej es el superior de la misión católica en Turkmenistán. De la congregación de los Oblatos de María Inmaculada, ha solicitado ayuda a la Conferencia Episcopal Española, al Fondo Nueva Evangelización, para el sostenimiento de las dos primeras vocaciones de este remoto país de Asia central.
«La Iglesia católica en estas tierras», cuenta el padre Andrzej, «fue fundada hace 19 años por iniciativa de San Juan Pablo II. Turkmenistán fue una de las repúblicas de la antigua Unión Soviética y es muy probable que sea uno de los países más pobres de la región, a pesar de que tiene muchos recursos naturales. La Iglesia católica va creciendo poco a poco. Ya tenemos comunidades en Asjabat, la capital, con unos 150 miembros; Krasnowock, a 500 kilómetros de la capital, con 8 miembros; y Mai, a 300 kilómetros, con 6 fieles. La gente es muy receptiva al Evangelio y nos invita a anunciarles la Buena Nueva. Junto conmigo trabajan otros dos sacerdotes, que pertenecen también a la congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada. Somos los tres únicos sacerdotes que trabajamos en este país».
El padre Andrzej habla de las dos vocaciones que tienen: «Gracias a Dios ya tenemos las primeras vocaciones que se encuentran en formación. Ellos son: Ilya Sherbakow, nacido en 1995 en Asjabat. Actualmente está en segundo año de prenoviciado en Ucrania, haciendo sus estudios de Filosofía en el seminario mayor de Kiev. Nazar Bojko, nacido en 1991, también en Asjabat, está en su segundo año de Filosofía en el seminario mayor de los Oblatos de María Inmaculada en Polonia».
Reconoce que, por desgracia, la Iglesia católica en Turkmenistán no es capaz de cubrir los gastos relacionados con su formación, de ahí que solicite ayuda a la Conferencia Episcopal Española. Para la Iglesia española ayudar a estas Iglesias hermanas nacientes es una prioridad.