La diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño pide a los niños de Primera Comunión donar el precio de un menú para los pequeños de un orfanato del Congo.
Próximo el mes de mayo, mes de las comuniones por excelencia, la diócesis propone a los niños sean solidarios con otros niños. Esta celebración volverá, una vez más, a tener un acento especialmente solidario. La diócesis impulsa – por décimo año- una iniciativa para que los pequeños que hacen su primera comunión tengan un gesto de afecto hacia los niños huérfanos que viven en Kintambo, en la República Democrática del Congo.
El sacerdote Víctor Jiménez, del Secretariado Diocesano, explicó que este proyecto misionero está dirigido a todos los niños de catequesis que recibirán la Primera Comunión este año y a sus familias. Y consistirá en donar el precio de un cubierto del banquete de ese día para esos 21 pequeños, víctimas de la guerra. El objetivo es fomentar la sensibilización y la necesidad de compartir, al menos, con lo que cuesta un cubierto del banquete. Nosotros podemos ayudarles. No tienen padres, ni familia, expresó el sacerdote riojano. Y entre todos los niños de La Rioja, vamos a hacer el gran milagro de la comunión y que esa veintena de niños huérfanos del Congo puedan comer cada día y recibir la educación y la atención básica, añadió.
Este proyecto corresponde al Secretariado diocesano de Catequesis y a la Delegación de Misiones, de la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño y cuenta con un presupuesto de 28.000 euros.
El orfanato congoleño está atendido por las religiosas Franciscanas Misioneras, a cuyo frente se encuentra la riojana Luz Divina Martínez Rodrigo, que es natural de la localidad de Rabanera de Cameros.
Víctor Jiménez expresó que no hay mayor sufrimiento que el de un niño desvalido y descartado nada más nacer por culpa de los señores de la guerra. Y aseguró que estos niños huérfanos tardarán en cerrar sus heridas y seguirán necesitando de muchas manos que les ayuden a ser hombres y mujeres pacíficos, constructores de una nueva tierra que supere el odio y la violencia.
Esta iniciativa ya se realizó el año pasado, pero en aquella ocasión el proyecto se dirigió a Madagascar, con un presupuesto de 32.976 euros. En él participaron 1.200 niños riojanos que recibieron el sacramento de la comunión. Este año se cumplen diez años de este proyecto misionero que hasta ahora ha pasado ya por Ruanda, Congo, Kenia, Zimbabue y Madagascar... Las aportaciones de los niños de Primera Comunión han llegado a los 200.000 euros.