La archidiócesis de Toledo ha afrontado la renovación del Consejo Diocesano de Misiones que, para el periodo 2016-2019, surge con la finalidad de atender los nuevos desafíos pastorales y contribuir desde la alegría misionera. Para atender estos desafíos, además de seguir las indicaciones pastorales del arzobispo de Toledo, monseñor Braulio Rodríguez, junto a las indicaciones del Plan Pastoral Diocesano, que este año posee como lema Hágase en mí según tu Palabra, el renovado Consejo Diocesano de Misiones asume como líneas de trabajo lo recogido en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium del Papa Francisco.
Procedentes de diferentes realidades pastorales de la archidiócesis de Toledo, miembros de parroquias de la archidiócesis, misioneros regresados, y encabezados por el delegado de Misiones, Jesús López Muñoz, en la renovación de miembros del Consejo Diocesano de Misiones encontramos a Fernando Redondo Benito, Francisco Villacampa García, Carmen Llorente Pérez, Enrique del Álamo González, José Carlos Arellano Ortega, Purificación González Porro, Amparo del Moral Guio, Eulalio Martín – Tadeo Viguera, Tomás Julián Amores Rodríguez, Alicia Fernández – Cabrera Gutiérrez y Marisa López Sánchez.
Según informan desde la delegación de Misiones, contar con este Consejo Diocesano de Misiones es canalizar la «expresión y realización de la Iglesia que se siente llamada a vivir siempre en comunión», por ello se renueva para «imprimir un nuevo estilo al funcionamiento y desarrollo de lo que el Espíritu ha ido sembrando y suscitando en la propia Iglesia y en sus comunidades y grupos en orden a la animación y la cooperación misionera».
Este servicio diocesano surge para ayudar en la promoción y coordinación de la animación misionera diocesana, tanto en su dimensión de formación, como en la de cooperación con los ámbitos de la misión ad gentes; reflexionar en clave misionera sobre los nuevos desafíos que plantean a las comunidades eclesiales la situación de increencia o de abandono de la fe de muchos bautizados, y la consiguiente necesidad de Evangelización en las Iglesias particulares. También colaborará con los demás servicios pastorales diocesanos en la elaboración y realización del plan pastoral de la diócesis, especialmente en lo que atañe a la dimensión misionera de los bautizados, al compromiso del primer anuncio y a la evangelización del mundo. En este sentido, será también un apoyo para dirección diocesana de las Obras Misionales Pontificias en el ejercicio de su misión de promover la cooperación con los misioneros y misioneras que han partido de esa Iglesia particular hacia los ámbitos de misión.