Ramón, hijo del hombre de 81 años que murió tras recibir un puñetazo por una discusión de tráfico en Torrejón de Ardoz, Madrid, ha relatado en Herrera en COPE que tanto él como sus dos hermanos están en shock, aún no se creen lo que ha sucedido, «esto ha sido un palo».
Ha contado que su padre era un luchador, inmigrante de 81 años, trabajador de la empresa Pegaso que «se tenía que haber muerto de viejo pero no así».
Reconoce que en estos momentos está tan desorientado que «no se lo que espero de la justicia. Lo primero que sale es un sentimiento de rabia». Ramón se pregunta que con 18 o 19 años si actúa de esa manera contra un anciano de 81 «que será capaz de hacer». Lamenta que esta generación, la mejor preparada de España «sea carne de cañón».
Ramón ha agradecido a la Fuerzas de Seguridad y al Samur la rapidez en su actuación y los esfuerzos que hicieron para reanimar a su padre «pero no fue posible». Afirma que su madre, enferma de alzheimer, cuando tiene momentos de lucidez, que son pocos, pregunta por su padre y «no sabemos que hacer ni que decir».