El capuchino valenciano Tomás Díaz Días, que adoptó como religioso el nombre de Fray Buenaventura de Arroyo Cerezo, y fue asesinado en Barcelona durante la persecución religiosa de 1936, será beatificado mañana, sábado, en la Catedral de Barcelona junto a otros 25 mártires, en su mayoría catalanes, de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos.
La celebración será presidida por el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, y dará comienzo a las 11.30 horas.
Fray Buenaventura de Arroyo Cerezo nació en 1913 en la aldea de Arroyo Cerezo de la localidad de Castielfabib, en el Rincón de Ademuz, aunque se trasladó al poco tiempo con su familia a la también aldea de Los Santos, en Castielfabib, y con 13 años marchó a Barcelona donde “vivió pobremente con su padre”, según han indicado fuentes de la delegación para las Causas de los Santos del Arzobispado de Valencia. Tomó el hábito capuchino en Manresa con 17 años, en 1930, y profesó temporalmente al año siguiente en Arenys de Mar.
En mayo de 1936 emitió la profesión solemne y cuando estaba terminado el segundo curso de Teología, fue detenido en la casa donde se había refugiado. “No negó su condición de religioso y dijo a los que iban a dispararle: 'Por la cruz he entrado en la Orden y por la cruz quiero morir´”, según han precisado las mismas fuentes.
En la beatificación, que se celebrará mañana tras la autorización del papa Francisco de la promulgación de los decretos de martirio el pasado mes de junio, participarán sobrinos y sobrinos nietos del valenciano, que viven desde hace años en Barcelona. La misa será concelebrada por el cardenal arzobispo, Lluís Martínez Sistach y numerosos sacerdotes.