El papa Francisco ha presidido este domingo 15 de enero en el Vaticano, la misa de acción de gracia junto los nuevos cardenales elevados este sábado a la púrpura, y a con todos aquellos purpurados que han venido a Roma para el consistorio.
En una basílica iluminada `a giorno`, la celebración inició con un cortejo de ingreso. Todos vestían los paramentos verdes del Tiempo ordinario. El Santo Padre incensó el altar y la imagen de la Virgen María que se encuentra al lado del baldaquino del Bernini, mientras el coro de la Capilla Sixtina interpretaba diversos cantos, en gregoriano y polifónico. Y no faltaron algunas participaciones de trompetas e instrumentos de viento.
Las lecturas han sido en diversos idiomas, iniciando por la primera, en español, mientras el Evangelio proclamado en canto llano.
A los nuevos cardenales el anillo les fue entregado ayer, y no hoy, como se realiza desde hace algunos años, cuando lo determinó Benedicto XVI.
En su homilía el Santo Padre recordó que “la lógica de Jesús, éste es el camino de la Iglesia: no sólo acoger y integrar, con valor evangélico, aquellos que llaman a la puerta, sino ir a buscar, sin prejuicios y sin miedos, a los lejanos, manifestándoles gratuitamente aquello que también nosotros hemos recibido gratuitamente”.
E invitó a aprender de María “que es la Madre, nos enseñe a no tener miedo de acoger con ternura a los marginados; a no tener miedo de la ternura y de la compasión; nos revista de paciencia para acompañarlos en su camino, sin buscar los resultados del éxito mundano; nos muestre a Jesús y nos haga caminar como Él”.
“Exhorto -dijo el Papa- a servir a la Iglesia, en modo tal que los cristianos, edificados por nuestro testimonio, no tengan la tentación de estar con Jesús sin querer estar con los marginados, aislándose en una casta que nada tiene de auténticamente eclesial”.
Y concluyó: “En realidad, sobre el evangelio de los marginados, se descubre y se revela nuestra credibilidad”.
Entre los nuevos cardenales electores están representados 18 países. El Papa los ha elegido tomando como criterio "la universalidad”. Entre ellos hay cinco latinoamericanos, tres de los cuales electores y dos eméritos. Y un español.
Los nuevos cardenales latinoamericanos son:
Mons. Alberto Suárez Inda, arzobispo de Morelia (México).
Mons. Daniel Fernando Sturla Berhouet, S.D.B., arzobispo de Montevideo (Uruguay).
Mons. José Luis Lacunza Maestrojuán, O.A.R., obispo de David (Panamá).
José de Jesús Pimiento Rodríguez, arzobispo emérito de Manizales (Colombia). Mons. Luis Héctor Villalba, arzobispo emérito de Tucumán (Argentina).
El nuevo cardenal español es Ricardo Blázquez Pérez, arzobispo de Valladolid.