El padre Walter Coronel, de la archidiócesis de Portoviejo, en Ecuador, se muestra agradecido por la preocupación de Ayuda a la Iglesia Necesitada después del terremoto del pasado mes de abril. Así lo ha manifestado a dos miembros de la Fundación Pontificia con los que compartió un recorrido por la provincia de Manabí, una de las más afectadas por el seísmo. «Gracias por haber compartido unos pocos días con nosotros, por recorrer los lugares más siniestrados y por evidenciar la preocupación y la cercanía de los miembros y bienhechores de Ayuda a la Iglesia Necesitada, en la oración y en los gestos concretos de caridad en medio de esta crisis muy dura para nosotros y nuestra Iglesia de Portoviejo».
Diez días habían transcurrido de la catástrofe cuando llegaron a la archidiócesis de Portoviejo, muy cerca del epicentro, las primeras ayudas procedentes de AIN. Han sido 68.840 € (76.989,88 USD), para la adquisición de víveres, agua, medicinas, mantas y algunas tiendas de campaña y para asumir los gastos de transporte de toda esta ayuda de emergencia. “También con ese dinero pudimos rescatar los equipos de Radio Católica en las dependencias de la Curia, para comunicar a la población noticias y garantizar los mensajes a diario de monseñor Voltolini al pueblo, como pastor que consuela a sus ovejas”. Comenta el P. Walter.
La distribución de las ayudas se hace desde el Centro de Pastoral Social Caritas Pablo VI en Portoviejo. Desde allí se distribuyen los «kits» de raciones por medio de las parroquias en la zona centro y las zonas de Manta y Occidental de nuestra Archidiócesis. La distribución se hace a las parroquias, y son los sacerdotes junto a sus equipos pastorales los que determinan el modo de repartimiento entre los afectados. Preferentemente se ha optado por la entrega personalizada entre las familias damnificadas en sus casas y lugares de refugio. «Junto a la muy importante ayuda concedida por AIN, -declara el sacerdote Coronel-, se ha hecho presente también la solidaridad de otras entidades caritativas y de las diferentes Diócesis de nuestro país que nos han enviado raciones alimenticias y vituallas para ser distribuidas en esta emergencia. Y agrega, “continuamos intentando hasta el momento proporcionar ayudas de emergencia sobre todo en Pedernales, Jama y Manta».
Durante la visita de los miembros de Ayuda a la Iglesia necesitada, el P Walter también expresó: «Gracias infinitas a los benefactores de AIN por permitirnos responder concretamente como Iglesia de Portoviejo antes las necesidades más urgentes de miles de personas (tantísimos de ellos niños y ancianos) que han sufrido a causa del terremoto. Sin su ayuda estaríamos con las manos vacías. Tengan la certeza de nuestra gratitud y de nuestra constante oración por ustedes».
Por su parte, Lorenzo Voltolini, arzobispo de Portoviejo ha declarado: Nos llegan ayudas y expresiones de solidaridad procedentes de todo el mundo, pero pronto nos damos cuenta de que las dificultades serán más tarde. Por esto a los que nos preguntan «¿Qué podemos hacer por usted?» respondemos: «no se olviden de nosotros, les vamos a necesitar cuando empecemos la reconstrucción». «Y es lo que repito a todo el mundo, debido a que la reconstrucción no sólo de columnas, ladrillos, cemento, sino de las familias, comunidades, parroquias, nuevas relaciones humanas, nacido en el estilo y exigencias del Evangelio. Por lo tanto, lo que más pedimos es la oración, porque el nuevo mundo nace de nuestra susceptibilidad y la apertura a la Palabra que salva. Muchas gracias por su interés y afecto por nosotros».