Mañana sábado será beatificado en la ciudad brasileña de Caxias do Sul, el misionero italiano Giovanni Schiavo. La celebración, que estará presidida por el representante del Papa Francisco para este acto, el cardenal Angelo Amato, contará con la presencia de la ‘Associação dos Amigos do Pe. João Schiavo’, y numerosos fieles y devotos. Estarán presentes el Superior General de los Josefinos de San Murialdo, congregación a la que pertenecía el padre Schiavo, y la Superiora General de la rama femenina de esta familia religiosa, las Hermanas Murialdinas de San José.
Giovanni Schiavo nació en Sant’Urbano, en la provincia italiana de Vicenza, el 8 de julio de 1903. Tras estudiar en el seminario de la Congregación de San José, fundada por San Leonardo Murialdo, y profesar como religioso en 1919, fue ordenado sacerdote en 1927. Durante cuatro años ejerció su ministerio sacerdotal en Italia. En 1932 llegaba a la misión josefina en Brasil, donde comenzó siendo animador vocacional y educador en el Colegio Murialdo de la ciudad de Ana Rech. Después sería capellán de la Obra Pan de los Pobres, en la ciudad de Porto Alegre, maestro de novicios en Galópolis, fundador del seminario josefino en Fazenda Souz, creador de la Escuela Normal Rural Murialdo en Ana Rech para formar profesores…
Creó centros de acogida para menores en las ciudades de Pelotas, de Caxias do Sul, de Río Grande, mientras continuaba con su labor de orientador espiritual, administrador y formador. En Fazenda de Souza fundó el Colegio Santa María Goretti, del que se hicieron cargo las hermanas murialdinas.
Con la salud debilitada, Giovanni Schiavo fallecería el 27 de enero de 1967, con fama de santo. Desde entonces su tumba, en la ciudad de Fazenda Sousa, ha sido lugar de oraciones y peregrinaciones.