El secretario de estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolín aseguró en Polonia, con ocasión de los festejos de los 1050 años de la cristianización del país, que «la Iglesia es consciente de la existencia de nuevas corrientes que continuamente piden encontrar modos adecuados para ser ‘sal y luz’ de esta tierra, y fuego que calienta los corazones y lleva a las personas hacia el anuncio de la salvación».
El cardenal dirigiéndose a los obispos polacos reunidos en asamblea plenaria señaló que «la fidelidad a Dios, al Evangelio y a la Santa Sede han despertado respeto y estima en otras naciones, haciendo de la Iglesia en Polonia un baluarte de la fe y de la caridad cristiana, y luz en las tinieblas que diversas veces han envuelto a Europa».
Este jueves por la tarde, el secretario de estado y enviado por el Papa para las celebraciones, participando en la liturgia solemne celebrada en Gniezno, la antigua capital de Polonia cristiana, ha enviado a los fieles del país el saludo del papa Francisco «presente en espíritu» durante las celebraciones.
Y reiteró que el Santo Padre llegará a finales de junio del presente año para la XXXI Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar en Cracovia y cuyo patrón será san Juan Pablo II. El evento se celebrará del 26 al 31 de julio con el tema Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia.