El arzobispo emérito de Guadalajara (México), cardenal Juan Sandoval Íñiguez, aseguró que «uno que se diga cristiano» no puede permitir la avalancha de ataques contra la familia. Por el contrario, dijo, tiene la obligación de defenderla «a como dé lugar».
En un video publicado en su página de Facebook, el cardenal Sandoval señaló que «a veces causa admiración y una desagradable sorpresa que personas cristianas de cierto nivel cultural ante todo este ataque, esta avalancha de ataques contra la familia se muestren indiferentes o conformistas, y hasta aprueben cosas que van en contra de la integridad de la santidad del matrimonio y la familia».
Estas personas, criticó, «no han captado la importancia que la revelación cristiana, que nuestra fe da a la familia», ni tampoco «los puntos fundamentales que hacen que podamos decir y debamos decir que la familia, varón y mujer, es obra de Dios, es obra del Creador y es obra de Cristo el Redentor, y que por lo tanto debe respetarse».
El arzobispo emérito de Guadalajara recordó que «en el relato de la creación, que está en el libro del Génesis se lee que la familia es obra de Dios creador, los hizo varón y mujer y los bendijo para que fueran fecundos y poblaran la tierra».
Además, señaló, «los profetas, cuando buscaron un símil para ponderar el amor de Dios hacia su pueblo Israel no encontraron otro que el amor conyugal». De igual manera, «el amor de Cristo a su Iglesia está simbolizado en el amor de los esposos».
El cardenal Sandoval Íñiguez subrayó que «el matrimonio está elevado a la categoría de sacramento, es uno de los 7 sacramentos de la Nueva Alianza, fuente de gracia para los que se casan, para que el juramento de amor que hacen ante el altar, de amarse toda la vida, y respetarse toda la vida, hasta que la muerte los separe, se pueda cumplir».
«El matrimonio, pues, en la revelación cristiana, en nuestra fe, es obra de Dios y está relacionado íntimamente con Dios. Dios lo hizo, Dios lo fundó, simboliza el amor de Dios a su pueblo redimido».
El cardenal destacó además que los cristianos «tenemos un matrimonio modelo, una familia modelo, la de Nazaret». «Por lo tanto no puede decir uno que se diga cristiano, que acepte la Revelación contenida en la Sagrada Escritura, Antiguo y Nuevo Testamento, que no importa que haya matrimonios fuera del orden de Dios y que se puedan permitir toda clase de abusos en contra de esta institución sagrada que es invento de Dios, reflejo de su amor infinito, porque Dios no es soledad, es también familia trinitaria».
El cardenal mexicano subrayó que «todos los que creemos en Cristo tenemos una gran obligación de apreciar, de informarnos y defender a como dé lugar la familia».