La imposición de puestos de control israelíes en zonas palestinas de Jerusalén es una 'medida de seguridad' que no proporciona ninguna seguridad, sino por el contrario aumenta la ira y la frustración, y por lo tanto alimenta sentimientos la venganza, consideró el padre Raed Abusahliah, director general de Cáritas Jerusalén.
El sacerdote ofreció una reflexión sobre los posibles efectos negativos del cierre de las zonas de Jerusalén Este, donde los ataques de los terroristas suicidas palestinos de los últimos días causaron la muerte de tres ciudadanos israelíes.
“En mi opinión -declara el padre Raed a la agencia Fides- pueden imponer todos los controles que quieran, pero no será esto lo que garantice la seguridad. La única manera de lograr la seguridad y la estabilidad para todos es restablecer la libertad al pueblo palestino”.
Las nuevas medidas del gobierno fueron aprobadas por el gabinete de seguridad y comunicadas durante la noche. La policía, con la ayuda de unidades del ejército, fue autorizada a cerrar los barrios palestinos de Jerusalén donde se produjeron los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Se demolerán las bases de los palestinos involucrados en los ataques y se confiscaran sus propiedades. La escalada de la violencia y los disturbios que estallaron a partir de principios de octubre en Jerusalén, en Israel y en los territorios palestinos provocaron hasta ahora la muerte de ocho israelíes y de al menos 29 palestinos.