El hermano Georges Sabe, en Alepo, Siria, lo solicitó a pesar de estar en una zona de guerra: «... vista la gran necesidad de espacios de juego al aire libre, de lugares protegidos, preparados y vigilados, los ‘maristas azules’ – así se les conoce en la ciudad - proponen destinar un espacio de terreno del que disponen para que pueda servir de parque de juego al aire libre». Esta solicitud iba dirigida a la ONG italiana AIULAS (aiuta a Siria – ayuda a Siria) que se centra en ayudar a las personas de Siria y de los países limítrofes que están sufriendo un conflicto que comenzó en el 2011. Una ONG fundada por profesores, funcionarios... personas que se han comprometido a que la situación de Siria no deje indiferente a la sociedad.
AIULAS dijo que sí, y con la idea de que hubiera columpios, toboganes y balancines, se compraron materiales para construirlos en la misma zona, se pusieron los cimientos, se consiguió la arena que los rodease, y se protegió el parque.
El pasado 6 de junio, fiesta de San Marcelino Champagnat, fundador de los maristas, el proyecto se hizo realidad. Como cuentan los mismos maristas, «a pesar de tratarse de un día marcado por intensos bombardeos en varias partes de la ciudad, muchas familias asistieron a la inauguración». Todo esto en el corazón de Alepo, Siria. «Incluye columpios, toboganes y espacios abiertos para los niños y las niñas que en las últimas semanas han sido testigos de otra escalada de bombardeos y ataques de mortero». Ojalá que pronto las risas de los niños y el ruido de los columpios sustituyan a la guerra.