Desde el día 1 hasta el día 12 de febrero se ha llevado a cabo el curso de formación misionera que las Obras Misionales Pontificias ha organizado en el CIAM de Roma, el Centro Internacional de Animación Misionera. Este curso, para hispanoparlantes, está dirigido a directores diocesanos de las OMP y a otras personas relacionadas con la tarea misionera. Todos, por tanto, trabajando en comunicación eclesial con la dirección nacional de las OMP de los respectivos países.
El curso comenzó el lunes 1 de febrero con la intervención del padre Fabrizio Meroni, Secretario General de la Pontificia Unión Misional (PUM), y del padre Gerardo Roncero, del secretariado de la Obra Pontificia para la Propagación de la Fe (POPF) y director de este curso 2016, que dieron la bienvenida a todos los participantes y les explicaron el contenido de este curso de Misionología. Un curso que ha permitido conocer de primera mano la labor de las Obras Misionales Pontificias expuesta por los mismos Secretarios Internacionales, y visitar las diversas instituciones que conforman la red de apoyo a los misioneros y a los territorios de misión desde Roma.
Durante la jornada del martes, día 2, el padre Ryszard Szmydki, secretario general de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe, habló sobre la universalidad de la misión, con unas concreciones muy precisas, desde el contexto del magisterio del Papa Francisco. También intervino Guzmán Carriquiry de la CAL, la Pontificia Comisión para América Latina, sobre la que habló, dentro del marco de Aparecida y de la Evangelii Gaudium. Por la tarde visitaron la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, celebrándose la Eucaristía en una de las capillas.
El miércoles, día 3, fue Mons. Protase Rugambwa, presidente de OMP quien desarrolló la ponencia “La vocación misionera ad gentes”. Su intervención animaba a todas las Iglesias a buscar caminos vocacionales porque «a pesar de todas las actividades de animación y de formación misionera... no salen las cuentas en términos de personas que dedican su vida al anuncio del Evangelio. Disminuyen las vocaciones específicas a la evangelización en otros países, culturas, religiones».
A continuación, el padre Carlos del Valle, misionero en Chile y actual rector del Colegio San Pedro, habló sobre la dimensión misionera del presbítero. En ella se hacía hincapié en la dimensión misionera de cada presbítero porque ha sido ordenado para la Iglesia universal.
El jueves, día 4, el padre comboniano Fernando Domingues, secretario general de la Pontificia Obra San Pedro Apóstol, les recordaba la importancia de los Estatutos de las Obras. Le siguió la intervención del padre Anastasio Gil, director nacional OMP España, con la presentación de la Instrucción “Cooperatio missionalis” de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, con una mención especial a la función que desarrollan las Obras Misionales dentro de la Iglesia, como estructuras de cooperación misionera, además de hablar sobre la coordinación de todos los organismos de cooperación.
En esta jornada también participó el padre Alejandro Díaz, del Pontificio Consejo Promoción Nueva Evangelización, que les habló sobre las exigencias y la espiritualidad para vivir el Año Jubilar, y el significado de ese signo visible de conversión y misericordia que es traspasar la Puerta Santa.
Al día siguiente, viernes día 5, abría la jornada Mons. Savio Hon Tai Fai, de Hong Kong, actual secretario de la Congregación, con la conferencia “Reflexión teológica desde las perspectivas estratégicas misioneras”. Desarrolló unos puntos de reflexión y presentó una experiencia misionera de un joven sacerdote coreano en Sudán.
Después intervino de nuevo el padre Anastasio Gil, con el tema la “Dimensión episcopal de las OMP”, que dio pie a un trabajo por grupos para considerar esta perspectiva en cada una de las delegaciones y diócesis de los asistentes.
La Jornada del sábado estaba reservada para la visita y también peregrinación Jubilar a Asís donde celebraron la Eucaristía. El domingo peregrinaron a las Catacumbas de Priscila donde celebraron también la Eucaristía, unidos en la oración a la Iglesia primitiva con experiencia de cruz y unidos a la Iglesia actual peregrinante y sufriente.
La siguiente semana del curso estuvo dedicada a cada una de las Obras Misionales Pontificias. Comenzaron con la participación de nuevo del padre Ryszard Szmydki. El secretario General de la Pontificia Obra de la Propagación de la Fe, les habló del carisma y las tareas específicas de esta Obra y las tareas que requieren su atención. Le siguió el padre Fernando Domingues que dedicó su participación a la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol. Por la tarde se visitó el Archivo Histórico de la Congregación, acompañados por Mons. Luis Cuña, archivista del Archivo histórico.
El martes, día 9, se dedicó la jornada a ahondar en el Decreto conciliar Ad gentes, del que se celebró el año pasado su cincuenta aniversario. El padre Vito del Prete ofreció una reflexión sobre la idea de que Lumen Gentium es aún más radical en el planteamiento de la Misión “ad gentes”. La Misión ad gentes «exige una verdadera y necesaria conversión radical, tanto por parte de las Iglesias locales de antigua fundación como por parte de los Institutos misioneros».
Por la tarde, le tocó el turno a la Obra Pontificia de Infancia Misionera que estuvo a cargo de su Secretaria General, Baptistine Ralamboarison. Les habló sobre el origen, desarrollo y justificaciones de esta Obra y la necesidad de que los adultos también colaboren.
Después visitaron el Colegio Pontificio de San Pedro Apóstol donde residen sacerdotes provenientes de territorios de misión que estudian en Roma.
Al día siguiente, Miércoles de Ceniza participaron en la Audiencia general con el Papa, que les dedicó un saludo especial. Por la tarde se dedicaron a trabajos en grupo.
El jueves día 11, comenzaron con la exposición sobre la Pontificia Unión Misional presentada por el padre Vito del Prete. Una Obra que, pareciendo menor al no aportar fondos para las misiones, es, sin embargo, el alma de las otras tres Obras.
Hoy, último día, concluye esta experiencia de primera mano de lo que significan y representan las Obras Misionales Pontificias para el esfuerzo misionero de la Iglesia. Un bagaje que los participantes podrán proyectar en su quehacer diario de animación misionera.