«No tenemos otro Señor fuera de él: Jesús, humilde Rey de justicia, de misericordia y de paz»: el papa Francisco termina así su homilía en el domingo de Ramos que abre la celebración de la Semana Santa.
El papa ha presidido la procesión de los Ramos y de las Palmas con los jóvenes de la Jornada Mundial de la juventud – de Panamá y de Cracovia -, hasta el obelisco de la Plaza San Pedro este 9 de abril del 2017, en presencia de 50 000 personas.
Después de la lectura del Evangelio de la entrada de Jesús en Jerusalén, ha presidido la celebración en la explanada de la Basílica de San Pedro en presencia de decenas de miles de persona.
«No nos pide que lo contemplemos sólo en los cuadros o en las fotografías, o incluso en los vídeos que circulan por la red, añadía el Papa. No. Él está presente en muchos de nuestros hermanos y hermanas que hoy, hoy sufren como él, sufren a causa de un trabajo esclavo, sufren por los dramas familiares, por las enfermedades... Sufren a causa de la guerra y el terrorismo, por culpa de los intereses que mueven las armas y dañan con ellas. Hombres y mujeres engañados, pisoteados en su dignidad, descartados.... Jesús está en ellos, en cada uno de ellos, y con ese rostro desfigurado, con esa voz rota pide que se le mire, que se le reconozca, que se le ame».