El pasado septiembre, el Papa Francisco nombraba al cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, su enviado especial para la consagración de la catedral de Karonga, la diócesis más joven de Malawi. La ceremonia tendrá lugar este sábado, 5 de noviembre, y corona un camino que comenzó el 21 de julio de 2010, cuando se creaba esta diócesis y se consagraba a su primer obispo.
En la extremidad norte de Malawi, entre las fronteras de Zambia al oeste y de Tanzania al este, con una infinidad de idiomas distintos, la nueva diócesis contaba entonces con nueve sacerdotes y varias comunidades religiosas comprometidas con la educación y la asistencia sanitaria. Además, un año antes, en el 2009, un fuerte terremoto con infinidad de réplicas había causado muchos daños y la pérdida de muchísimas vidas. La diócesis empezaba de cero, sin edificios, sin casi personal, pero con mucha ilusión. Hoy se divide en seis parroquias – de cada una dependen varias misiones – y cuenta con unos 65.000 católicos. Por eso, es todo un privilegio que el Papa Francisco haya nombrado a un enviado especial, un signo de su cercanía y de que valora el esfuerzo de esta joven Iglesia.
Todo está preparado para la consagración de la nueva Catedral de San José Obrero. Asistirán a la ceremonia, además del cardenal Filoni, el nuncio apostólico en Malawi y Zambia, monseñor Julio Murat, y los obispos de las otras siete diócesis que conforman la Iglesia en Malawi.
En el terreno que ocupa la catedral, había una iglesia que hubo que abandonar tras los terremotos que se sucedieron desde el 2009. En noviembre de 2012 comenzó la construcción con un primer envío de 40.000 dólares por parte de las Obras Misionales Pontificias, fruto de la generosidad de los católicos con el DOMUND. A este primer impulso se añadió la aportación de cada católico de la diócesis. Se les pidió que donaran un ladrillo para la construcción y colaboraron prácticamente todos. Después ayudaron varias instituciones internacionales para que el proyecto llegara a término.
Al ser una diócesis de misión, Karonga depende de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y de sus ayudas, las que aportan las Obras Misionales Pontificias. Desde el año 2010, en que se creó, este apoyo nunca le ha faltado. Sólo este año, las Obras Misionales Pontificias han enviado a Karonga 79.000 dólares, destinados a las misiones de Kapare, Muenje o a la radio Tuntufye FM, además de al sostenimiento del clero local.