El papa Francisco exhortó a los Sacerdotes marianos de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, a ser fieles al carisma de su fundador y «tener corazón y mente abierta hacia las nuevas necesidades de la gente».
La exhortación la hizo este sábado en el Vaticano, en la audiencia concedida a los participantes del Capítulo general de la congregación que se realiza en Roma del 5 al 25 de febrero en curso.
Señalando el carisma del fundador, san Estanislao de Jesús y de María, canonizado el año pasado, les pidió «mantener viva esta tradición de servicio a las personas pobres y humildes, a través del anuncio del Evangelio, con un lenguaje comprensible, con las obras de misericordia y el sufragio de los difuntos». Y precisó: «No la pobreza sociológica» sino «la de Jesús».
«Vuestra congregación –recordó el Papa– tiene una larga historia escrita por valientes testimonios de Cristo y del Evangelio. En esta estela ustedes están hoy llamados a caminar», cultivando una «estrecha colaboración con los obispos y otros componentes de la comunidad eclesial».
Les recordó que aún hoy «muchos esperan poder conocer a Jesús», y que «no pocas situaciones de injusticia y malestar moral y materialismo interpelan a los creyentes».
El Pontífice concluyó: «A vuestra madre y patrona, María Inmaculada, confío vuestro camino de fe y de crecimiento, en la constante unión con Cristo y su Santo Espíritu, que ve vuelve testimonios de la potencia de la Resurrección», e impartió su bendición apostólica.